Por: Nicolás Sotomayor
Miércoles 26 de mayo. Después del fin de semana largo se abre el acto escolar con un discurso de alguna docente o directivo, que continúa con bailes tradicionales de gurises empilchados como en 1810. Chocolate caliente, pastelitos de membrillo o empanadas para degustar en una mañana otoñal de sol aplacado. Todas esas costumbres de distintas generaciones ahora, en medio de la pandemia del Covid-19, aparecen como escenas nostálgicas.
La Escuela N°13 Diego Fernández Espiro es una de los establecimientos educativos del Departamento Uruguay que debió adaptarse a los tiempos de pandemia. Ubicada en Pronunciamiento, a 40 kilómetros de la ciudad cabecera Concepción del Uruguay, funciona como nivel primario en el turno matutino y como colegio secundario (con el nombre Fraternidad) durante la tarde. En un espacio contiguo, con calesitas, hamacas y un tobogán en la entrada, se encuentra el jardín de infantes Mis sueñitos. Como el año pasado, a causa del nuevo Decreto de Necesidad y Urgencia, no hubo rastros de ensayos, actos ni celebraciones en la escuela de Pronunciamiento. Apenas una cerca permanece abierta en el ingreso hacia el portón principal. En ese tramo a cielo abierto, aparecen huellas de colores sobre el piso amoldado con zapatillas; son marcas del protocolo, donde los gurises mantienen la distancia mientras le toman la temperatura, reciben el alcohol sanitizante e ingresan a las aulas separados por burbujas. Andrea Bona, directora de la Escuela Espiro, cuenta: “Me cuido y nos cuidamos cumpliendo con el protocolo y dando lo mejor cada día junto con el equipo docente y auxiliar. Trabajamos con otras instituciones como el centro de salud, la municipalidad y los bomberos para coordinar acciones en beneficio de toda la comunidad educativa”. El intendente de Pronunciamiento, Ricardo Sandoval, en diálogo con La Calle destaca la preponderancia de la institución para la comunidad. “Se trabaja por el bien común para el fortalecimiento y desarrollo educativo”, sostiene el intendente, que hace dos semanas se reunió con las directoras del establecimiento. “Se realizó una evaluación acerca del desarrollo de las actividades en las escuelas. Concluimos con un balance favorable, teniendo en cuenta el contexto a nivel mundial por la pandemia. Trabajamos en conjunto desde antes del comienzo de clases; el municipio, al igual que cada año, aporta y dispone de recursos para colaborar con las instituciones”.
La necesidad de refacciones
El escenario inédito de burbujas, de semipresencialidad, de clases virtuales, también contrajo la necesidad de realizar refacciones en el único establecimiento educativo de índole público en el pueblo, cuyo crecimiento demográfico de los últimos años provocó un aumento de la matrícula. Actualmente más de 300 estudiantes acuden entre jardín, primaria y secundaria de jóvenes y adultos.
“Para dar cumplimiento al protocolo, la escuela no está en condiciones edilicias, sanitarias ni tecnológicas para dar clases con la nueva organización escolar bimodal, que integra el trabajo presencial y no presencial de las trayectorias educativas”, señala la directora del establecimiento, y específica: “Faltaría un nuevo grupo de sanitarios con mayor capacidad, una nueva red de agua, el cerramiento del tinglado y acceso a internet en todos los sectores de la escuela. Actualmente se está trabajando en la reposición de nuevos tanques de agua”.“Creo que, en general, a todas las escuelas les hace falta mantenimiento. Algunas falencias se notan un poco más en pandemia. Acá el tema más grave son los baños”, dice una docente del nivel primario.
Para solucionar esas necesidades, el gobierno provincial anunció el viernes pasado que invertirá con un presupuesto de $25.707.457,90 en la ampliación y mejoramiento del edificio de la Escuela Espiro. Se lleva adelante una licitación pública nacional y el próximo 16 de junio será la apertura de sobres en el establecimiento. El intendente Ricardo Sandoval comenta en relación al flamante anuncio: “Recibimos la noticia con una satisfacción enorme junto a toda la comunidad. La gestión se realizó con mucha convicción, articulando acciones entre todos los actores del CGE, la propia escuela, el gobierno provincial y el gobierno municipal para alcanzar el objetivo. Es una obra deseada por todos los vecinos; será realmente significativa e impactará de manera muy positiva en Pronunciamiento. La ciudad se encuentra en constante crecimiento y esto nos demanda que proyectemos objetivos a futuro, como en este caso aumentar la capacidad del edificio educativo”. La directora Andrea Bona, en tanto, asegura: “Nos vemos beneficiados con ese anuncio. Esas obras incluyen la construcción de aulas, grupo sanitario, cubierta del playón y nueva instalación de agua”. Según los detalles brindados por el gobierno provincial, el diseño prevé la construcción de dos aulas y un grupo sanitario completo, con sanitarios para personas con discapacidad y una superficie cubierta total de 150 m2. La misma se realizará con materiales tradicionales y la carpintería será de aluminio. Por otro lado, el proyecto contempla trabajos sobre sectores húmedos del edificio, la ejecución de la instalación nueva de distribución de agua fría, removiendo las cañerías completas, y la colocación de dos nuevos tanques de reserva, artefactos y accesorios sanitarios, revestimientos y puertas boxes. Se prevé, además, los trabajos de cañerías y revestimiento sobre mesada de cocina, y pintura en general. Por último, sobre el playón deportivo se construirá una cubierta liviana de chapa, generando un área de deportes semicubierta de 966m2.
La educación en la agenda mediática
La agenda pública recuperó el interés en la educación durante la pandemia, en tanto que la discusión de garantizar o no las clases presenciales son objeto de una puja política. Los medios
masivos exponen la palabra de periodistas, políticos, infectólogos y juristas. En el ínterin, las posturas con matices de docentes, pedagogos y estudiantes aparecen con poca relevancia.
“La presencialidad es primordial, los nenes necesitan la escuela. Yo disfruto y aprovecho, porque no sabemos qué puede pasar al otro día”, admite la docente del nivel primario, y añade: “Se trabaja de diferentes maneras. Los objetivos, los contenidos y los modos planteados este año no son para nada parecidos a un año ‘normal’. Se hace el máximo y los contenidos se dan”.
La desigualdad tecnológica es otra cuestión a atender desde hace tiempo en el territorio nacional. Según una encuesta realizada por UNICEF Argentina, “el 18% de los adolescentes entre 13 y 17 años no cuenta con Internet en el hogar y el 37% no dispone de dispositivos electrónicos para realizar las tareas escolares —computadoras, notebooks o tabletas—, valor que aumenta al 44% entre quienes asisten a escuelas estatales”.Dentro de ese panorama, el Gobierno nacional anunció el Plan Federal Juana Manso que, con una inversión de $20.000 millones, entregará 633 mil netbooks con conectividad a estudiantes secundarios. Una política similar a Conectar Igualdad, interrumpida durante el gobierno de Cambiemos, sólo que la nueva campaña incluye el Plan de Conectividad, el desarrollo de una capacitación docente y la plataforma federal educativa para la creación de aulas virtuales.
La virtualidad resultó una herramienta primordial para sostener la continuidad pedagógica durante el año pasado. Como en todo el país, los docentes de Pronunciamiento se adaptaron a las tecnologías para mantener el contacto con los alumnos.
“La pandemia nos sorprendió con un cese abrupto e imprevisto de las clases —admite la
directora Andrea Boca—, lo que implicó nuevos aprendizajes tecnológicos no solo a las familias
sino también a los docentes generando diferentes reacciones en todos. En algunos casos se adaptaron rápidamente y aceptaron la modalidad virtual, y en otros generó resistencia que fueron solucionándose con diferentes estrategias”.
La docente de la escuela primaria comenta: “Aprendí algunas cosas. La reunión virtual jamás se me había ocurrido, pero otras ya las conocía. Por un tiempo creo que la virtualidad llegó para quedarse”.
Docentes y pedagogos remarcan que, más allá de los contenidos, la concurrencia al espacio escolar brinda a los niños la capacidad de socializar, empatía, disciplina y método.
También aporta al cuidado, un aspecto que quizá pasaba por desapercibido en la normalidad pre-Covid y que ahora evidenció que afecta la cotidianeidad de los adultos. Por ahora esas cuestiones quedan en un segundo plano. Todo un síntoma de los tiempos nuevos en pandemia.