LA CALLE CON PABLO LOMBARDI, DIRECTOR DEL HOSPITAL. “La demanda es cada vez más grande y todos los días son un nuevo desafío”

Pablo Lombardi recibió a La Calle en el hospital para hablar de diversos temas.

Pablo Lombardi es médico hace 32 años. Se recibió en la UBA en 1991; hizo la residencia en el Hospital Municipal Argerich en el barrio de La Boca. En Concepción del Uruguay cursó sus estudios primarios en la Escuela Avellaneda y los secundarios en el Colegio Don Bosco. Hace 7 años que es el Director del Hospital Urquiza y por la tarde sigue atendiendo en su consultorio, a unas 20 personas por día. Pablo Lombardi nos recibió en el Hospital y en su despacho tuvo este mano a mano con LA CALLE donde charlamos de la situación actual, los desafíos y lo que dejó la pandemia.


Marcelo Alejandro Sgalia. – Periodista

La entrevista con este diario duró una hora y dejó varios títulos y algunas cosas para atender y pensar. Su despedida y la inmediata confirmación de la continuidad al frente del Hospital: “Era poco probable una renovación pero nos entusiasmaron con ciertos proyectos”. El presente del COVID y el Dengue, que aparecen “como problemas mínimos”. Los desafíos ante la falta de vacunación: “Pasamos de un extremo a otro, la gente dejó de vacunarse contra el COVID”. El crecimiento de la demanda en la atención ante la difícil situación económica porque “la gente no está pudiendo pagar la Obra Social”. La poca creación de cargos médicos: “Sólo dos en 7 años”. Lo que viene y las necesarias obras que “hoy están paradas” pensando en la nueva terapia de adultos y la de niños. El cáncer. La confirmación de la gravedad de los accidentados en moto: “Un paciente grave todos los días es un montón”. Su profesión; los sueños; el recuerdo y el dolor de la pandemia y la posibilidad de un nuevo virus que vuelva a poner el mundo patas arribas en algún momento de la historia. LA CALLE con Pablo Lombardi.

-Más de siete años como Director del Hospital. ¿Cómo lo llevas?
-Todos los días es un desafío, todos los días surgen problemas que hay que ir resolviendo. Somos un Hospital de referencia para una región sanitaria grande que involucra tres departamentos: Colón, Uruguay y Tala.
-¿Esperabas o tenías ganas de seguir al frente del Hospital? La pregunta es porque te despediste y luego apareció la continuidad…
-Irme era una posibilidad pero estaba preparado para las dos cosas. Creí que un ciclo estaba cumplido, pensaba probable una renovación. Pero luego del Ministerio me pidieron que continúe, me entusiasmaron con ciertos proyectos y otras cuestiones que me gusta desarrollar. A mí me gusta mucho lo que hago y venir al Hospital. Me junté con todo mi equipo y decidimos seguir.
-¿Cómo estamos hoy ante el COVID?
-Si nos comparamos con la pandemia la situación hoy es buena. Tenemos una paciente internada en nuestro Hospital y han aparecido casos a nivel provincial y nacional moderados y graves vinculados al COVID, sobre todo en las últimas semanas. Sospecho que el virus del COVID ha quedado con una circulación menor en la comunidad trayendo problemas mínimos.
-¿Cuándo se hisopa hoy para llegar al diagnóstico?
– En todo el mundo los testeos se están haciendo en los casos de gravedad. En pandemia se hisopaba a todo paciente resfriado, con fiebre o congestionado. Hoy el hisopado es para los casos en que uno sospecha ante la gravedad o frente a una neumonía o insuficiencia respiratoria porque la enfermedad no se declara. La diferencia es que los casos que detectamos hoy son muy poquitos. Hay un solo caso en los últimos meses, en una paciente con muchos problemas de salud previos y de defensa. En pandemia este Hospital tuvo el 80% de sus camas de internación con pacientes con COVID.
-¿La diferencia de casos positivos tiene que ver con las vacunas?
-Eso más la inmunidad que fuimos adquiriendo ante el virus. Estamos mucho más protegidos y vacunados.
-Entiendo que debemos seguir vacunándonos contra el COVID. ¿Qué dicen las estadísticas sobre esto?
-Como en su momento tuvimos una necesidad y demanda muy grande para vacunarse hoy nos fuimos al otro extremo. La gente no se vacuna más, no está concurriendo a hacerlo. La mejor protección contra el COVID y sobre todo en los pacientes mayores a 50 años o con más riesgos que otros es tener un esquema completo de vacunación. Hoy poca gente lo tiene. Debemos aclarar que los Centros de Salud no vacunan todos los días porque la demanda es muchísimo menor y al abrir el frasquito en el que vienen las vacunas sirve para varias dosis y si no lo ocupas hay que tirarlo; entonces hay que acercarse y preguntar qué día se puede asistir. Pero vacunas hay y debemos seguir vacunándonos, es la mejor herramienta. Y otra recomendación es que cuando uno esté con un cuadro de fiebre o congestión evite un contacto social innecesario y utilice el barbijo en esos casos.
-Vimos que crecieron bastante los casos de dengue en las últimas semanas. ¿Cuál es la situación ante esto?
-Es la época que más nos preocupa. Tenemos algunos casos detectados en la ciudad, poquitos. Tomamos las medidas sanitarias y no hay nadie internado grave por dengue. Hay que trabajar en la prevención. Tratemos que no se junte agua en ningún recipiente para que el mosquito no se reproduzca. Está en desarrollo todavía la vacuna, que no es obligatoria pero la principal herramienta son los cuidados en nuestras casas. Es un mosquito que necesita de agua limpia. Estamos bien igual y nuestra ciudad no tuvo nunca problemas graves con el dengue; ni siquiera muchos casos como le tocó en un momento a Gualeguaychú o a la Costa del Paraná.
-Vemos accidentes todos los días en la ciudad y la mayoría con una moto involucrada. ¿Cómo es la situación que ven ustedes ante esto?
-Uno de los problemas emergentes y más serios qué tenemos en nuestra ciudad es la sintología con las motos. Tenemos un accidente grave de moto por día. Es un montón. El no usar casco le ha costado la vida a personas jóvenes de la ciudad en los últimos meses pero lo que vemos todos los días son fracturas complejas, más allá del casco. Hay entre tres y cinco accidentes por día con una moto. Muchos ni siquiera llegan al Hospital pero estamos teniendo un traumatismo grave por día, dónde hay una moto o en menor medida una bicicleta involucrada. Hay una altísima demanda de quirófano y son fracturas complejas que no terminan en la operación, sino que arrastran secuelas de por vida para movilizarse con normalidad.
-¿Es el problema más grave hoy?
-Los accidentes en la vía pública son un problema serio, grave y que siguen creciendo. La ciudad está cada vez más grande y extendida, lo que significa que hay que hacer viajes más largos. Movilizarse en auto no es barato y no todos lo tienen. Los colectivos no alcanzan a cubrir las necesidades de toda la ciudad. La moto aparece como la solución y atrás vienen estos problemas.
-Ante la situación económica compleja que atravesamos, ¿la demanda de atención es la misma?
-Ante el presente socioeconómico que pasamos mucha gente elige venir a atenderse al Hospital, como también es cierto que a muchos no les queda otra porque perdieron su obra social, porque no tienen cobertura o porque la tienen pero no pueden hacerse cargo de los coseguros que tienen qué pagar. La demanda es cada vez mayor ante estos problemas y el Hospital y su gente es la misma de siempre. La economía del Hospital es como la de nuestras casas; tenemos un presupuesto y nos tiene que alcanzar para pagar la luz, comprar la comida para los pacientes, los insumos, los materiales descartables que subieron en forma considerable. Es un momento de dificultad.
-¿Cómo lo atraviesan desde este lugar?
-Estamos tratando como todos de pasar lo mejor posible este momento de complejidad y transición. Cuidando al máximo cada elemento, el recurso y los materiales. Más que nunca. Hay un diálogo fluido con el Ministerio. El Hospital no es ajeno a este presente y todo lo que resta definirse en materia económica.
-¿Falta presupuesto para que haya más médicos o nos faltan médicos?
-Médicos generales y clínicos estamos bien. Pero hay especialidades puntuales en las que faltan profesionales pero no nos pasa sólo a nosotros. Pasa en la esfera pública. La limitante que tenemos es que en los últimos 7 años se crearon dos cargos. El recurso humano es el mismo y la demanda crece. Hay que trabajar en esto. Y en algunas áreas sensibles que hay muy pocos médicos ver cómo puede haber más.
-El discurso presidencial es no hay plata y Entre Ríos va en la misma sintonía. ¿Sabés qué pasará con las obras que aún restan terminarse?
-La terapia intensiva de adultos está en un 50%; hoy la obra está parada. Lo que hemos hablado y lo que espero es que esto se pueda reactivar lo antes posible. Los fondos son provinciales. Esa terapia intensiva funcionará en el segundo piso y pasaríamos de tener 6 camas a 13, algo necesario. Además esa terapia nueva incluye todas las medidas de bioseguridad y tecnología que corresponden a una terapia moderna. En ese contexto entra la terapia de chicos: al quedar libre la terapia de adultos actual en el primer piso, la idea es poner primero en funcionamiento la nueva y luego desarrollar la de chicos en ese lugar que quedará. O sea que sin la terapia nueva de adultos terminada no habrá terapia para niños.
-¿Cómo estamos ante el cáncer y la posibilidad real de una vacuna para su cura?
-Lo que se puede trabajar mucho y cada vez más en la prevención para detectar la enfermedad en forma precoz. Cuando hablamos de cáncer son distintos tipos de enfermedades que no tienen el mismo comportamiento. Hay ciertos tumores que hoy se manejan muy bien y el paciente se cura. Hay ciertas áreas donde se soluciona el problema y hay otros tumores donde no se avanzó nada. Cada vez el hombre tiene más cuidados, hay más tecnología e información y cada vez el hombre vive más años. Antes decíamos llegó a los 70 como una epopeya, hoy a esa edad le pueden quedar 20 años más de vida. La prevención tiene bastante que ver con esto. Claro que a medida que más años vivís más chances hay que aparezcan estas enfermedades que antes. Es todo un desafío y como médico se ven cada vez más nuevas drogas y estudios sobre oncología. No sé si alguna vez lo vamos a poder derrotar pero sí estoy convencido que cada vez tendremos más herramientas para manejarlo.
-¿Hay algo que no te pregunté y que estaría bueno decirle a la gente?
-Que sabemos que tardamos a veces en dar respuestas inmediatas, sobre todo en los consultorios externos. Hay gente que reclama con razón, por los tiempos de los turnos. Es una cuestión de mucha demanda. Tenemos un problema porque cada vez hay más gente que no puede atenderse en la parte privada y los médicos son los mismos. Es un desafío mejorar esto y el tema de no venir tan temprano a pedirlo.

“Si volviera a nacer elegiría ser médico”

Pablo Lombardi, con su tranquilidad habitual, conversa y nos explica sentado en el mismo lugar donde debe resolver problemas todos los días con su equipo de confianza. Detrás, en un cuadro y colgado en la pared nos observa el médico Ramón Carrillo; ese científico que levantó decenas de hospitales en todo el país, duplicó el número de camas disponibles y desempeñó un papel vital en los gobiernos de Perón, además de ser el primer Ministro de Salud de Argentina. Cerquita hay dos cuadros más, de los que Carrillo estaría orgullo seguramente: el plantel de médicos delante de este Hospital uruguayense y más allá, una foto del viejo Hospital el día que se inauguró. Claro que es en blanco y negro, sacada el 29 de noviembre de 1931, ese mismo día.
-Pienso cuántas veces te habrás parado en este despacho mirando estas fotos que son historia, la nuestra y de miles de personas. Para vos ¿qué significa ser médico luego de tres décadas de recibirte?
-Es mi vocación, lo que me gusta. Si volviera a nacer volvería a ser médico. Es una profesión sacrificada desde que la estudias, en la residencia y en la vida misma de profesional. Así como también me ha generado muchísimas satisfacciones. A mí me gusta lo que hago y me llena, más allá que tenemos una coyuntura difícil. Como todo el mundo, los médicos tenemos que trabajar en dos o tres lados para vivir.
-¿Qué sueños tenés al frente del Hospital?
-El Hospital tiene un proyecto pendiente que presentó Cettour hace unos 15 años. Habla de crecer en camas de internación. Se hizo una licitación a mediados del año pasado, vino la inflación y quedó todo trunco. Arriba del estacionamiento, lo que nosotros llamaríamos el Polivalente C. Si esto se lograría tendríamos 30 camas más. Hoy hay 62 camas de adultos de internación, es poco. Nosotros le decimos un servicio de “cama caliente”, porque se va un paciente y hay otro entrando. Están de a dos además y según la patología tenemos que aislar al paciente. Deseo que el Hospital pueda crecer en su infraestructura y en su recurso humano. La ciudad crece, el Hospital es una referencia pero sigue funcionando con la misma gente y la misma capacidad de hace mucho.
-¿Te imaginás como médico en el futuro?
¿O te vez en otra cosa?
-No me imagino otra cosa, como jugador de fútbol no me veo ya (risas)…

El recuerdo de la pandemia y la posibilidad de un nuevo virus

“El temor era que no pudiéramos atenderlos a todos”

-¿Pensás en la pandemia de vez en cuándo? Uno supone que fue un momento crítico para ustedes, fundamental…
-Fue un momento muy difícil que se nos vino encima de repente. Yo me acuerdo que estuvimos mucho tiempo preparándonos y no pasaba nada. Un día empezamos a tener casos y al poco tiempo se complicó. Pero como estábamos metidos en el tema de lleno creo que en su momento no tomamos la real dimensión de lo que fue y nos estaba pasando…
-¿Y qué fue? ¿Cómo la contás hoy?
-Fue difícil, de muchísimo trabajo, de lunes a lunes, tratando de hacer todo lo mejor posible. Yo me quedo hoy con que todos los que trabajamos en la pandemia pusimos lo mejor y dimos todo de nosotros, no tengo dudas que fue así. Lo que queríamos era que todos los que lo necesitaban se puedan atender y creo que eso lo logramos.
El temor era que viniera alguien enfermo y que no pudiéramos atenderlo. Eso no pasó. Lamentablemente muchos vecinos nuestros fallecieron y siempre es algo que duele, que me molesta, no termino de acostumbrarme a que gente joven perdió la vida por eso. Pero los resultados que tuvimos fueron los que tuvo todo el mundo e hicimos lo que podíamos hacer. Eso me da tranquilidad mirando para atrás.
-En general ¿Argentina manejó bien la pandemia o no?
-Hay gente que dice que no se manejó bien, claro que lo he escuchado. Pero cuando analizamos las estadísticas y las comparas con los países del primer mundo yo pienso lo contrario. Miras la cantidad de gente que se infectó, los que pudimos atender, el porcentaje de fallecidos en relación a los casos graves, los que pudieron recuperarse, tenemos los mismos porcentajes que los países que tuvieron buenas estadísticas. ¿Si pudimos hacer mejor las cosas? Y la respuesta es sí. Yo pienso que se estuvo a la altura y creo que hablar con el diario del lunes es fácil.
-¿Supieron ustedes los médicos lo que se venía?
-Nadie sabía lo que se venía, nadie sabía cómo iba a ser y lo que iba a pasar. Hay imágenes que todos empezamos a ver y eran una catástrofe; hablando en países del primer mundo. Una médica nuestra, que pasó por este Hospital y está en Barcelona trabajando, me contó cosas que vio… y decís acá “y es España”. La situación fue difícil para todos y la verdad es que tuvimos que ir aprendiendo sobre la marcha, porque no había experiencia.
-Con tu experiencia y sin querer hacer ninguna futurología ¿Crees que nos pasará algo parecido con otro virus?
-Los epidemiólogos dicen que pueden aparecer otros virus y enfermedades. Si repasamos la historia primero fue la viruela, luego la gripe española, ahora el COVID. Probablemente en algún momento surja otra enfermedad que ponga en jaque a la humanidad. Hoy no hay nada que nos haga poner en guardia. No se ve nada que nos haga estar alertas hoy pero en algún momento de nuestra historia es probable que pase algo.