Juventudes

Por Juan Martín Garay (*) 

Según un estudio realizado por investigadores del Conicet, en las juventudes de nuestro país existe una “positivización sobre la política” pero una “negativización respecto de los políticos”. Si bien toda práctica ciudadana tiene una dimensión axiológica traducida en juicios valorativos, enfatizan en este caso la interpelación explícita ligada a valores morales individuales.

La investigadora principal del Conicet Miriam Kriger junto al becario doctoral Ignacio Robba Toribio, llevaron adelante este análisis plasmado en un artículo publicado en el último número de la Revista de la Sociedad Argentina de Análisis Político. Se basan en datos de dos encuestas realizadas a jóvenes que votaban por primera vez en una muestra que comprendió escuelas secundarias públicas y privadas de distintas clases sociales.

Interrogantes

Ante interrogantes como la importancia del voto en jóvenes, concluyen en modo general que el voto asume para este grupo de personas una importancia relativa pues casi el 60% piensa que “votar es importante pero no sirve para decidir lo que pasa en el país”. También identifican a la remanida afirmación que “votar no sirve para nada” en una mínima expresión ligada casi al 5% de las personas jóvenes encuestadas, mientras que la respuesta “con el voto decidís lo que pasa en el país” se ubica en un 33%.

También reflejan lo que muchos percibimos, una visión por parte de estas juventudes basada en la disociación existente entre “la política” y quienes hacemos de ella un ejercicio cotidiano. Ello se explica por lo que entienden como una “confianza relativa”, ya que casi un 70% expresa que “cree en la política, pero no en los políticos”. Parece que nos dicen: “todo bien con el texto, pero todo mal con el contexto”. Dato no menor se refleja en que casi un 20% “no cree en la política ni en los políticos” y sólo un 6% de promedio “cree en la política” y en quienes hacen de ésta un ejercicio cotidiano y pleno.

Los partidos

Por otra parte, algo claro también está ocurriendo tanto para quienes peinan canas como para las juventudes, me refiero a la poca o nula presencia de los partidos políticos. Porque estos, aun siendo consagrados en nuestra Constitución Nacional de manera taxativa luego de la última reforma, han arribado a un punto en el que su existencia se ha ido desdibujando casi por completo; puesto que no se percibe con claridad en ellos una adecuada escala de valores que los rijan y además ya no son las escuelas de civismo, -por excelencia- que eran para sus afiliados. Tampoco son aquellas “usinas” que supieron escoger a sus mejores cuadros políticos para la consecución de los diferentes cargos públicos.

La confianza relativa respecto de “la política” tiene su correlato también en su “mediatización” desde un centralismo porteño de todos los colores políticos. Esto se suma a la casi nula discusión sobre los reales problemas, reemplazado por el sólo debate de los problemas políticos de la política. Afirman en este estudio que las juventudes le dan una “muy baja importancia a la práctica partidaria”, esto lo explican en que casi un 70% no adhiere a dicha actividad.

Perspectivas

Quienes llevaron adelante esta investigación, entienden que para las juventudes hay una marcada acentuación de la confianza relativa en la política. Afirman que desde fines de la primera década de este siglo se ha mostrado “una creciente positivización de la política diferenciada de la negativización de los políticos”. A su vez, muestran con claridad “la importancia atribuida a la práctica electiva en particular, aun cuando gran parte de lo/as participantes cree al mismo tiempo que el voto no decide el futuro del país; es decir: que el voto es valorado en sí mismo, más allá de su eficacia”. Por eso es que encuentran una “positivización de la política en clave juvenil”, pues esto se infiere de la alta confianza relativa en la política y de la valoración de la práctica electiva en sí misma.

Resulta interesante lo que concluyen en el estudio, pues señalan una “politización juvenil que rebalsa la participación política entendida en sentido estricto como participación en ámbitos partidarios. De este modo, y en el marco de la elevada valoración de las prácticas ciudadanas individuales (moral, cívica, tributaria y electiva) en primer lugar, y de las prácticas ciudadanas sociales (solidarias de voluntariado y de donación) en segundo lugar, observamos la valoración fuertemente negativa de la práctica partidaria, más aún cuando la comparamos con el resto de las prácticas ciudadanas políticas”. Toda una definición sociológica por cierto.

PASO y Generales

Según la Cámara Nacional Electoral y el Tribunal Electoral de la provincia, en Entre Ríos hay 52.176 electores varones y mujeres que tienen entre 16 y 18 años. De ellos, 28.836 votantes jóvenes se encuentran habilitados a participar por primera vez y representan el 3,2 por ciento del total del padrón entrerriano. Un dato más: La participación efectiva en los comicios del 2021 en Entre Ríos por parte de las juventudes fue superior al 50%, casi en misma línea al promedio total de participación en el país que se ubicó en similares valores. Veremos qué pasa el próximo domingo, día de elecciones.

La Ley Nacional N°26.774 del 2012 incluyó formalmente a las juventudes y se las reconoció aptas para ejercer plenamente sus derechos. Así, las personas de 16 y 17 años tienen derecho a participar -en forma no obligatoria- en las elecciones. Desde las elecciones nacionales legislativas de 2013 el padrón de personas de 16 y 17 años se ha ido duplicando y según el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), aproximadamente el 20% de los jóvenes de 16 y 17 años participa efectivamente en las elecciones. Recordemos que hasta los 18 años recién cumplidos no hay obligatoriedad en el voto, es sólo optativo.

Cordón umbilical

Arturo Jauretche expresa que “no es posible quedarse a contemplar el ombligo de ayer y no ver el cordón umbilical que aparece a medida que todos los días nace una nueva Argentina a través de los jóvenes». La clave para quienes “hacemos política” siempre será saber escuchar a las juventudes para no equivocarnos en lo que realmente necesitan.

En nuestra ciudad se está gestando una bisagra temporal para que las nuevas generaciones ingresen al centro de la política, ya sea participando activamente con su voto o como opción para ser elegidos dentro alguno de los distintos armados políticos. Veremos que nos depara el destino. El presente nos desafía, el futuro nos espera. Lo importante es que nadie sea instrumento de la ambición de otras personas y que fundamentalmente cada quien logre ser artífice del destino en común.

(*) Secretario de Gobierno de la Municipalidad de Concepción del Uruguay desde el 2019. Presidente de Bloque Concejales del PJ 2017-2019. Presidente Comisión Hacienda y Presupuesto 2015-2019. Decano del Colegio Mayor Universitario de Santa Fe 2003-2004.