El valor que fijó la jueza Loretta Preska, y que seguramente será apelado por el Estado, es superado solo por un juicio de 46 estados de EEUU contra un grupo de empresas tabacaleras y el resarcimiento por un derrame de petróleo en el Golfo de México
La decisión de la jueza Loretta Preska de fijar el valor de su sentencia contra la Argentina en el juicio por la expropiación de YPF en USD 16.099 millones puso a la Argentina en el podio de los juicios más caros de la historia judicial de Estados Unidos.
Básicamente, la jueza determinó que al violar el estatuto de YPF, que establece que cualquier oferta por la mayoría accionaria de la compañía debía ser extensible a todos los accionistas, la Argentina violó también la ley de Nueva York, pues el estatuto está inscripto ante la Comisión de Valores de EEUU, lo que le permite cotizar en Wall Street, el más grande mercado de capitales del mundo.
En su fallo, Preska hasta citó las declaraciones de Axel Kicillof, el entonces viceministro de Economía y mano derecha de la entonces presidente Cristina Kirchner, en la expropiación. Ante el Congreso, Kicillof dijo, en tono desafiante que eran “tarados” quienes pensaban que la Argentina sería “estúpida” como para respetar el estatuto de la compañía. Por el 51% de la compañía, la Argentina pagó a la expropiada Repsol, en 2014, USD 5.000 millones de “valor presente” en bonos cuyo flujo de pagos, a completarse en el año 2034, sumará entre USD 9.000 y 10.000 millones.