«Ella sigue en Terapia pero mejoró porque antes no le subía oxígeno a la cabeza y, gracias a Dios, ahora ya sí le sube; es su oxígeno y no necesita auxilio», comentaron familiares de N.A.
Mientras avanza la investigación, desde su entorno detallaron a Diario Río Uruguay que la novedad «es una buena señal para nosotros aunque ella todavía no despertó».
«Está un poquito mejor, hoy (jueves) estuvimos en una cadena de oración por ella y este viernes nuevamente iremos a Tribunales para pedir por Justicia», adelantaron.
El caso
N.A. desde el domingo pasado se encuentra internada en terapia intensiva en el hospital Delicia Concepción Masvernat a donde llegó «al borde de la muerte», según contó su hermana, Rosalia, quien además acusó al ex suegro de N.A como el autor del ataque.
El ex suegro, quien tendría denuncias por violencia de género, es señalado como uno de los principales sospechosos del ataque, aunque aún no fue notificado por la Justicia, y la causa continúa siendo investigada.
«Cuando llegamos a la casa, entramos y mi hermana estaba en una cama acostada, desnuda, fría y no se sentía que respirara», describió. Y agregó: «Tenía apretamiento en el cuello, chupones forzados, moretones en las piernas». De ahí la llevaron a la casa de su abuela, y llamaron a la ambulancia, pero como demoraba la trasladaron al hospital Delicia Concepción Masvernat, donde la ingresaron y pudieron reanimarla.
Desde entonces, se encuentra hospitalizada en terapia intensiva, «Totalmente inconsciente. Su cerebro es el que no responde», puntualizó Rosalía. Allí los médicos advirtieron que N.A «había sufrido una intoxicación».
Además, «hay testigos que a ella la vieron entrar a la casa y como la metieron a la fuerza», contó Rosalía. Sin embargo, hay muchos vecinos que prefieren guardar silencio por temor a las represalias que pueden recibir.