La compañía estatal decidió cesar operaciones en su megaplanta de distribución de combustibles. Los empleados podrán optar por traslados o recibir indemnizaciones, aunque la fecha exacta del cierre aún no se definió.
La planta de YPF en Concepción del Uruguay cerrará, según confirmaron al diario La Calle. La decisión fue comunicada hace dos semanas y afectará a unos 40 trabajadores, que actualmente operan en el predio. El cierre se confirmó tras gestiones del Intendente José Eduardo Lauritto, quien intentó negociar con la empresa, incluyendo un contacto con Miguel Galuccio, ex titular de YPF.
La compañía, con mayoría estatal, resolvió cesar sus actividades en la planta casi centenaria de la ciudad. La Secretaría General de SUPEH, Danisa Aguet, explicó que aún no se definió la fecha exacta del cierre, aunque estiman que se concretaría antes de fin de año. La medida se da después de un año y medio de bajo funcionamiento en la planta, con apenas un buque de combustible recibido en ese período.
YPF ofreció a los empleados el traslado a otras plantas, mientras que quienes no acepten recibirán la indemnización correspondiente por los años trabajados. Aguet destacó que la empresa dejó de realizar los mantenimientos obligatorios en los tanques, dejándolos inutilizables, y señaló que la decisión fue definitiva, no un recorte temporal.
El Secretario General de la CGT Seccional Uruguay, Roberto Lencina, confirmó que los tanques de combustible están vacíos y que 40 personas perderán sus empleos en la ciudad. Parte del personal será trasladado a Ibicuy, donde YPF opera una cantera de arena utilizada en Vaca Muerta. Los que no acepten la propuesta de traslado recibirán el 100% de la indemnización.
Tanto Aguet como Lencina expresaron preocupación por el destino de los megatanques y el predio de la planta. La referente sindical destacó que sería importante que el espacio se utilice para generar trabajo en Concepción del Uruguay y no quede abandonado.
En los últimos dos años, YPF viene cerrando estaciones y reduciendo operaciones en distintas localidades del país. Los trabajadores de la planta uruguayense habían previsto alguna medida de reducción de personal, pero no esperaban un cierre definitivo. Ahora, la ciudad enfrenta la incertidumbre sobre el futuro del predio y los posibles riesgos ambientales que podrían derivarse de los tanques vacíos.