IMPACTO SOCIAL. El mapa de despidos en los organismos del Estado

La fila delante del Conicet, luego del fin de semana

El Gobierno confirmó que dio de baja a 15.000 empleados públicos esta semana, la mayoría en las provincias. Milei dilo que su objetivo es llegar a los 70.000 despidos, un 35% de la dotación.

El gobierno de Javier Milei despidió esta semana a alrededor de 15.000 empleados estatales dependientes tanto de organismos centralizados como descentralizados. El mayor número fue en las provincias donde, en algunos casos, directamente se cerraron delegaciones.
La semana pasada el Presidente anticipó que en total echarán a 70.000 trabajadores públicos, una promesa que, de cumplirse, eliminaría por completo algunas funciones del Estado.
En total, en el Sector Público Nacional trabajan 200.000 empleados civiles; despedir a 70.000 implicaría una reducción de la planta del 35%, una medida que vaciará ministerios u obligará a cerrar alguno de los 76 organismos descentralizados que tiene el Estado Nacional en todo el país.

Anses en el top de echados
Según el último informe oficial, de septiembre de 2023, en Argentina hay 3.389.900 trabajadores públicos en todo el país, un 20% pertenecen al Estado Nacional, el 60% a los provinciales y un 20% a los municipales. Si se pone foco en el plano nacional, que es donde el presidente Milei pasó la motosierra, se ve que en hay 711.000 en total, eso incluye la Administración Pública Nacional (APN), las Fuerzas Armadas, de Seguridad, el personal de universidades, de empresas públicas, el Poder Legislativo, etc. De ese total, 400.000 integran la APN y de esos, solo 203.000 son civiles por lo que el recorte se da en un universo pequeño.
La cifra de los despidos de esta semana fue confirmada por el vocero presidencial Manuel Adorni y fuentes de los gremios coinciden en los números, aunque no tienen cifras exactas por que las notificaciones siguen llegando. Según un monitoreo de ATE actualizado al 4 de abril, el organismo con más despidos fue Anses con 1.200 personas en todo el país, seguido por Agricultura Familiar donde echaron a 900 de 1.080 trabajadores. También la Secretaría de Trabajo en la que desvincularon a 560, Producción a 360 y Educación a 300. Son las cifras más grandes de una larga lista.

Sin lógica ni sensibilidad
Además del impacto económico y familiar que implica para una persona perder su trabajo, estas medidas tendrán un impacto en la vida cotidiana de la sociedad en general. Se trata de sectores que empeorarán su capacidad o que directamente no podrán brindar el servicio.
Los despidos no parecen tener una lógica: echaron personas que con mucha antigüedad, otras con poca, algunas cerca de jubilarse, incluso recortaron en sectores con planta deficitaria. “Evidentemente no hay ningún análisis serio de lo que hay que hacer con el Estado. Sacaron gente de organismos que tienen la dotación excedida, pero también de otros con la dotación para abajo. El Conicet tenía su dotación administrativa por debajo de la dotación óptima y despidieron. Casualmente en la AFIP, que siempre da arriba de la dotación óptima con 4.000 personas, no hubo despidos”, explicó Ana Castellani, exsecretaria de Gestión y Empleo Público de la Nación e investigadora del Conicet.
Gran parte de los despidos se dieron en el interior del país, en las delegaciones de los organismos centrales. Cerraron los centros de referencia del ex Ministerio de Desarrollo Social, cerraron 106 unidades territoriales de Agricultura Familiar (despidieron 1.000 y 80 solo están en Capital, el resto en las provincias). Cerraron también todas las delegaciones de las provincias del Enacom.
Las formas de notificación durante el fin de semana largo son una mezcla de lo desprolijo y lo cruel. Se viralizaron las imágenes de trabajadores del Conicet haciendo fila bajo la lluvia para saber si podían entrar a trabajar. En algunos lugares el aviso fue por WhatsApp durante la madrugada, en otros se enteraron al no poder ingresar la huella digital o al no poder entrar al mail institucional. En Rosario, por ejemplo, fue un efectivo de la Policía Federal el que leyó las listas de los despedidos.

Educación y barrios vulnerables
En el ex Ministerio de Educación se redujo un 20% la plantilla durante marzo. Despidieron trabajadores con 20 años de antigüedad, y siguen llegando las notificaciones. Incluye a casi todas las áreas: formación docente, ESI, becas Progresar y Manuel Belgrano, Conectar Igualdad, plan FINES, modalidad adultos, infraestructura y muchas otras”.
En el Conicet despidieron a 140 personas y a otras les renovaron solo por tres meses.
También hubo despidos en el Ministerio de Justicia, en los equipos que trabajan en los barrios más vulnerables. Echaron a 120 personas que integraban Centros de Acceso a la Justicia de todo el país, algunos con más de 15 años de antigüedad.
En la Ciudad de Buenos Aires, sacaron a 20 personas que trabajan en las villas 15; 31; 1-11-14; 21-24, entre otros barrios.