Fuertes lluvias han inundado áreas urbanas en el densamente poblado delta del río Perla, al sur de China, después de precipitaciones récord. Esto ha generado preocupaciones sobre la capacidad de la región para defenderse contra inundaciones mayores inducidas por fenómenos climáticos extremos.
La provincia, que solía ser conocida como la «fábrica del mundo», es propensa a las inundaciones durante el verano, según lo informado por Reuters. Las defensas contra inundaciones fueron severamente probadas en junio de 2022, cuando la región fue golpeada por las lluvias más fuertes en seis décadas, resultando en la evacuación de cientos de miles de personas.
Desde el jueves, Guangdong ha experimentado lluvias inusualmente intensas y generalizadas, marcando el inicio anticipado de la temporada anual de inundaciones en mayo y junio. Los científicos informan que los fenómenos meteorológicos en China se han vuelto más extremos e impredecibles debido al calentamiento global, con lluvias y sequías sin precedentes afectando a la segunda economía más grande del mundo.
Las lluvias comenzaron el 20 de abril y hasta las 15:00 horas del lunes ya habían causado pérdidas económicas directas de 41,09 millones de yuanes (unos 5,67 millones de dólares), según la oficina provincial de control de inundaciones y alivio de la sequía. En Jiangxi, las lluvias se detuvieron temporalmente, y a las 14:00 horas del lunes se decidió poner fin a la respuesta de emergencia de nivel IV frente a las inundaciones.
China cuenta con un sistema de respuesta de emergencia de cuatro niveles para el control de inundaciones, donde el nivel I representa la situación más grave, según Xinhua.
En cuanto a Taiwán, más de una docena de terremotos, el más fuerte de magnitud 5,7, sacudieron la costa este el lunes, con algunas sacudidas breves en la capital, Taipei, según la administración meteorológica de la isla, sin informes inmediatos de daños.
Los terremotos se centraron en el condado mayoritariamente rural de Hualien, donde a principios de este mes al menos 14 personas murieron después de un temblor de magnitud 7,2. Desde entonces, Taiwán ha experimentado cientos de réplicas, siendo una región propensa a los terremotos debido a su ubicación cerca de la unión de dos placas tectónicas.
