Por Pedro Peretti
Las entidades agrarias volvieron a reunirse esta semana con el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Juan José Bahillo. Dos reuniones en cuatro días sin ningún resultado. El Gobierno vuelve a equivocarse otorgándole un tratamiento preferencial a los que sólo busca voltearlo. En realidad, esta Mesa de Enlace no tiene representatividad y ningún productor hace o deja de hacer algo por lo que digan sus dirigentes. El problema es que hay una porción del Frente de Todos que piensa igual que la Mesa de Enlace. Es un grave error porque esta genuflexión de pactar con los tipos que te quieren derrocar y, al mismo tiempo, ignorar a los que te ayudan o te defienden la boleta en el territorio, termina mal. No se entiende cuál es la estrategia detrás del frondicismo tardío que una parte del Gobierno intenta hacer. Discuten medidas que afectan a 47 millones de argentinos con tipos sin representatividad, que tienen la desfachatez de salir después a decir cualquier disparate. Carlos Achetoni, de la Federación Agraria Argentina (FAA), no logra organizar un congreso porque todas las filiales, empezando por la suya, no están condiciones. Nadie en el campo los toma en serio, pero el Gobierno los convoca y luego presumen, como confesó el propio Achetoni, que le dijo a Sergio Massa que no sea candidato en el 2023… Esta Mesa de Enlace no tiene nada que ver con la de los tiempos de la 125, en la que había gente muy lúcida, como Hugo Biolcatti, más allá de todas las diferencias que uno pueda tener con él. Biolcatti logró que una organización minúscula como la Sociedad Rural (sólo votaron 1.200 personas a su actual presidente), consiguiera un desarrollo territorial. Usó la Mesa de Enlace y la estupidez de los representantes de la FAA que se autopercibían estancieros), para desgastar al gobierno de Cristina Fernández. Pero a la actual la Mesa de Enlace no la toma nadie en serio. El productor comenzará a liquidar pronto porque cuando llueva tendrá que preparar la cosecha de maíz que es en septiembre. Venderá para comprar semillas y fertilizantes, no le importa lo que diga la Mesa de Enlace. Y las mega empresas que tienen 22 millones de toneladas de soja, tienen sus propios analistas de mercados y no les importa un carajo lo que opinen cuatro personajes como los de la Mesa de Enlace.