Arturo Brooks
La gripe aviar tiene una tasa de mortalidad cercana al 100% en la mayoría de las aves de corral. El mes pasado, un perro doméstico murió en Canadá de H5N1, también conocida como gripe aviar, después de comer un ganso salvaje. Desde noviembre del año pasado, las señales que surgen en todo el mundo son preocupantes. En enero y febrero de este año, más de 3.000 leones marinos murieron a causa de la gripe aviar en Perú (donde el número de muertes de aves silvestres se estima en 50.000). En Rusia murieron 700 focas del Caspio. Luego, varios delfines en Gran Bretaña y Estados Unidos murieron de H5N1. Normalmente, incluso si un animal contrae el virus de un pájaro, no puede transmitirlo a otros mamíferos. Esto limita su propagación. Pero la gran cantidad de casos en estos brotes sugiere la posibilidad de transmisión de mamífero a mamífero, aunque esto aún no ha sido confirmado por secuenciación genética. Una hipótesis más probable es que estos brotes sean grupos de animales que se alimentan de aves infectadas. Todavía no está 100% claro lo que está pasando. ero el riesgo de propagación entre los mamíferos está siempre presente. Una nueva preimpresión de investigación de Canadá mostró que las muestras de H5N1 podrían propagarse de manera eficiente entre los hurones con resultados fatales. Para propagarse eficientemente a los humanos, el H5 necesitaría tres categorías principales de cambios genéticos, según el profesor Richard Webby, experto en gripe aviar. Hasta ahora, el virus ha podido hacer uno de estos cambios, pero no los otros dos. Así que, en este momento, el H5N1 es un riesgo teórico para la próxima pandemia humana. Para los científicos que trabajan en salud global, hay suficientes señales preocupantes y piden a las naciones que tomen cartas en el asunto. Están pidiendo cosas básicas: vigilancia epidemiológica (para saber qué cepa se está propagando y dónde en las aves); pruebas (para identificar enfermedades de manera rápida en humanos); vacunas (para protección contra enfermedades y muerte); y antivirales (para mejorar los resultados clínicos). La OMS ha señalado que es probable que un virus candidato a vacuna H5, producido recientemente por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. brinde una buena protección contra los virus H5N1 circulantes. El problema reside en producirlas a escala y almacenarlas porque la población mundial es de casi 8.000 millones.
