Hojas Sueltas… Preguntas cruciales

David Bueno

Posiblemente no haya nadie que en algún momento de la vida no se haya preguntado de dónde viene, adónde va, quién es él o ella en realidad, qué hace aquí, si su vida tiene algún propósito… Preguntas existenciales que son muy habituales en la adolescencia, pero no exclusivas de esta etapa vital. La respuesta, o las respuestas, si existen, dependen de muchos factores. También desde la perspectiva académica pueden analizarse desde muchas ópticas: genética, biológica y evolutiva; histórica y sociológica; filosófica y espiritual, etcétera. Unas perspectivas que no son excluyentes, sino necesariamente complementarias, atendiendo a la complejidad y profundidad de las preguntas. Esta semana quiero proponerles dos libros que de una u otra manera giran en torno a esta temática. Primero, desde una perspectiva genética y biológica, “De generación en generación. Cómo recibimos y transmitimos los genes”, de Francesc Mestres. Mestres, especialista en genética de poblaciones y forense, admirador sincero de la genialidad de Gregor Mendel, el padre de la genética, y gran conocedor de sus leyes, nos explica, entre otras muchas cosas, por qué los hijos se asemejan a los padres; cómo puede que una característica de los progenitores desaparezca en los hijos pero reaparezca en los nietos; por qué hay genes que se heredan de un solo progenitor; cómo interactúan los genes entre sí, cómo se forman nuevos y cómo van cambiando dentro de las poblaciones. El segundo es “Humanitas. Del polvo estelar a la revolución consciente”, de Xavier Ginesta, doctor en ingeniería eléctrica, y Sergio Torres, escritor especializado en temas de conciencia y espiritualidad. Ginesta y Torres nos hablan de realidad y percepción, de las matemáticas como base de un universo mecanicista, de la teoría del todo, de ciencia y de conciencia, de quiénes somos y qué son la felicidad y el progreso… Y acaban preguntándose si somos dignos del calificativo sapiens que nos hemos arrogado. No es un libro estrictamente científico, pero combina de forma muy amena aspectos científicos y filosóficos, materialistas y espirituales, en torno de algunas de las preguntas trascendentales. No estoy de acuerdo con algunas (o unas cuantas) de las cosas que dicen, pero justamente por eso he disfrutado mucho leyéndolo. Estoy convencido de que uno de los grandes placeres de la vida, que más nos ayuda a seguir respondiendo a estas preguntas cruciales, es cuestionar lo que pensamos, aunque al final sirva para reforzarlo.