Ariel Vecelli
Investigador del Conicet
La filósofa francesa Barbara Cassin publicó en 2008 un libro cada día más actual sobre Google Inc. y su impacto a nivel global. “Googlame: La segunda misión de los Estados Unidos”, se titula. Un nombre que no defrauda, ubica a la empresa como una de las principales corporaciones comerciales de Estados Unidos y la vincula a sus políticas a nivel global. ¿Está realmente Google a favor de las culturas y las democracias? La escritura de Cassin es bien europea, densa, analítica, crítica e irónica. La autora sospecha y siente asco de la misión y moral de Google. Por un lado, desconfía de la misión de “organizar la información de todo el mundo” y, por el otro, le cae pesada su moral reivindicada y jactanciosa de “no ser malignos”. El primer capítulo predispone al lector a recibir información sobre Google y a analizar sus servicios más allá de las búsquedas en la web. La autora insiste en diferenciar la red mundial Internet de Google, una empresa jurídica privada. Analiza el origen, la trayectoria y la trasformación de su marca en un verbo. Rastrea a Google desde sus inicios en la Universidad de Stanford, describe su atípica búsqueda de capitales para cotizar en bolsa y considera a Google como una empresa capitalista que trabaja sobre el nuevo arte de la memoria global. La frase, “nuestra misión es organizar toda la información en el mundo” y la relación de esta con su algoritmo de búsqueda / organización (PageRank), es otro punto desmenuzado por Cassi. Se pregunta con algo de picardía y suspicacia: ¿a quiénes representa este “nosotros” de la misión de Google? Sobre el lema de Google, “no seas malo”, insiste, ¿quiénes son los buenos y los malos en esta historia? A la autora le resulta difícil argumentar sobre las “bondades” de la principal empresa de venta de palabras y publicidad del mundo. La autora invita a analizar a la empresa como una corporación comercial norteamericana que se presenta al mundo como el adalid de la democracia pero que, en realidad, no tiene cultura ni es democrática. El texto invita a reflexionar sobre las nuevas relaciones entre las corporaciones comerciales, los estados y democracias a nivel global.