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Concepción del Uruguay
sábado, septiembre 21, 2024

Hojas Sueltas… Navegar lento

Arturo Brooks

El transporte marítimo es responsable de más de 1.000 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero al año, cerca del 3% de la cantidad total mundial. La Organización Marítima Internacional (OMI) de la ONU acordó el pasado 7 de julio fijar el objetivo de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero «en torno al año 2050». El concepto cero emisiones netas significa suprimir todas las fuentes de emisiones contaminantes, como la eliminación del carbono. El acuerdo establece puntos de control en el camino hasta 2050. Las emisiones deben ser al menos un 20% inferiores a los niveles de 2008 para el año 2030, y al menos un 70% inferiores para 2040. También establece que las fuentes de energía de bajas emisiones deben representar al menos el 5% de la energía utilizada para 2030. Según afirma el Consejo Internacional de Transporte Limpio, el sector puede reducir sus emisiones a tiempo. No es técnicamente difícil limpiar el sector, la dificultad es de tipo política. La industria podría cumplir el nuevo punto de control de 2030 sólo al disminuir la velocidad de los buques: un barco que viaja más despacio necesita menos combustible y esto reduce las emisiones. También hay otras opciones para reducir aún más las emisiones. Una posible vía es utilizar el viento para impulsar los barcos. Las grandes compañías están trabajando para añadir velas y rotores especiales que ayuden a impulsar los barcos. Los nuevos combustibles también podrían ayudar. Aunque la mayoría liberan gases de efecto invernadero al ser quemados, la producción de biocombustibles o combustibles sintéticos puede extraer carbono de la atmósfera. Al combinar velocidades más lentas, asistencia eólica y combustibles de bajas emisiones, los científicos dicen que se podría reducir 50% las emisiones para 2030. Parece un horizonte sensato. Pero, entonces, por qué algunos países, entre ellos China, Argentina y Brasil, se opusieron al objetivo de emisiones netas cero planteado el 7 de julio. Además, China y Argentina rechazaron el “impuesto al carbono” que intenta establecer la OMI, “porque dañará la economía de los países en desarrollo de manera desproporcionada”. Los países ricos -verdaderos responsables del calentamiento global-, pretenden obligar a todas las naciones a adoptar nuevas formas de transporte. Navegar más lento es sencillo, pero las nuevas embarcaciones y los combustibles sintéticos implican una tecnología que sólo las potencias están en condiciones de producir… y de venderle al resto de los países.

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