Hojas Sueltas… Miradas

David Bueno

En promedio, 36 horas después del nacimiento, los recién nacidos comienzan a mirar fijamente a sus cuidadores. Transmitimos nuestro estado emocional a través de la mirada y esto es lo primero que quiere aprender un recién nacido. Interpretar lo que significan, aprender a comportarse ante los estados emocionales de los demás, aprender a reproducir los rostros de diferentes emociones y ver que otras personas las interpretan correctamente. Los niños aprenden esta primera lección a través del juego. Los niños no juegan sólo por diversión; los niños juegan para aprender. El aprendizaje es un instinto y el juego es un medio para lograr un fin. El juego es fundamental para aprender. Y la pasan genial. ¿Por qué? Porque cada acción que es fundamental para la supervivencia de una persona el cerebro la recompensa con una sensación de bienestar, placer y diversión. Y eso te anima a seguir jugando, a seguir aprendiendo. Las emociones surgen en una estructura llamada amígdala, ubicada en la parte interna del cerebro (distintas a las que tenemos en la parte posterior de la boca y que los médicos solían extirpar). Las emociones son patrones preconscientes que surgen en situaciones que requieren una respuesta repentina. Cualquier respuesta prudente o meditada desperdicia más tiempo y más energía metabólica en nuestro cerebro. Pero las emociones también son un arma de doble filo. El miedo también es una emoción y también es básico. Sin embargo, el miedo o el pánico excesivos nos bloquean. Adquirir conocimientos con una sensación de miedo es nefasto porque el cerebro asocia el aprender con la incomodidad que genera el miedo. Algunas emociones son ideales para transmitir conocimientos duraderos o valiosos, como la confianza y alegría. Pero no son suficiente. La alegría no es un estímulo muy intenso, tiene menos poder que el miedo. Necesitamos otra emoción que active nuestro cerebro con mayor dinamismo. Esa emoción es la sorpresa. La sorpresa es la emoción que surge cuando sentimos algo nuevo en nuestro entorno. La sorpresa es importante porque ocurre en las amígdalas. No provoca una descarga de adrenalina como el miedo, pero activa un área dentro del cerebro llamada tálamo. El tálamo es el centro de atención que es muy importante para aprender aquí y ahora. Pero, además, junto con otras partes del cerebro, el tálamo afecta los circuitos de motivación. Y la motivación es clave para seguir aprendiendo a lo largo de la vida.¡