Hojas sueltas… Medfluencers

Por Ariel Vercelli

Durante la pandemia de Covid-19, las redes sociales se impusieron como herramientas clave para la comunicación y el entretenimiento, especialmente en los meses marcados por los confinamientos, y fueron reflejo de las repercusiones que la crisis sanitaria tuvo en la salud mental. Pero, sobre todo, se convirtieron en una plataforma en la que encontrar y compartir información relacionada con el coronavirus. Tal fue el volumen de información intercambiada que la Organización Mundial de la Salud (OMS) empezó a hacer uso del término infodemia, y alertó de la necesidad de frenar los hechos erróneos que se estaban difundiendo.
En este mar de información, los médicos pudieron ejercer como una fuente confiable para aquellos ciudadanos que buscaban noticias sobre la enfermedad o información relacionada con los síntomas. De esta forma, surgió una tendencia: la de aquellos profesionales de la medicina que empezaron a compartir contenidos de valor en sus redes sociales y llegaron a convertirse referentes para la comunidad virtual. Influencers con nombre propio: medfluencers. El incremento de usuarios en las redes sociales por Covid-19 es visible en las cifras recogidas por “We Are Social y Hootsuite”, que confirman que cerca del 60% de la población global ya se encuentra activa en alguna de estas cuentas. Alrededor del 27% de los usuarios de internet de todo el mundo consulta sus síntomas en la web.
Para comprender cómo los medfluencers iniciaron su andadura en las redes, la médico Paulina Zúñiga, medfluencer con más de 1 millón de seguidores en TikTok, explica su caso: “Sólo se trató de atreverme a pararme con bata y estetoscopio frente a la cámara”. De esta manera, ella sabía que podría abordar la información errónea divulgada y calmar a la comunidad digital de la forma más amigable posible. Después de la pandemia, varios médicos lograron formar una comunidad y ahora buscan consolidarla para cambiar la conciencia de las personas, creando un interés genuino por su salud. Varias investigaciones del sector hablan de cómo en dos años las actividades médicas tradicionales se transformarán por completo hacia herramientas digitales. Esto va de la mano de la transformación digital que el sector está atravesando y con ello, la aparición de nuevas expectativas de los usuarios (pacientes y no pacientes) respecto a la información médica. Surge un reto para los profesionales médicos: asegurar que la información compartida sea especializada y, aún más, sea clara para quienes navegan en las redes sociales.