12.2 C
Concepción del Uruguay
martes, abril 22, 2025

Hojas Sueltas… Loros for export

David Bueno

En el medio siglo desde que la cotorra argentina llegó a Europa y se extendió por todo el continente, la especie ha desarrollado distintos dialectos que varían según los países y ciudades. Científicos de los Institutos Max Planck de Comportamiento Animal y de Antropología Evolutiva compararon las llamadas realizadas por estas aves (Myiopsitta monachus), en ocho ciudades de cuatro países de Europa y descubrieron que estos loros ahora suenan diferentes en cada ciudad. El trabajo está publicado en la revista Behavioral Ecology.
Al igual que los humanos, las cotorras argentinas tienen formas únicas de comunicarse, según el lugar donde viven, dice en un comunicado el autor principal, Stephen Tyndel, estudiante de doctorado en el Instituto Max Planck de Comportamiento Animal, de Alemania.
Como todos los loros, estas aves tienen un repertorio vocal excepcionalmente flexible y pueden imitar y aprender nuevos sonidos a lo largo de su vida. Debido a que el loro invasor se propagó por Europa recientemente, “las cotorras argentinas son el tubo de ensayo perfecto para estudiar cómo evoluciona la comunicación compleja en una especie distinta a la nuestra”.
Para averiguar si estos pájaros desarrollaron dialectos, es decir, formas de comunicarse que difieren según el lugar donde viven los individuos, los investigadores registraron cotorras argentinas en ocho ciudades de España, Bélgica, Italia y Grecia.
Descubrieron que los loros sí tenían diferentes dialectos en cada ciudad. En Bruselas, por ejemplo, tenían llamadas de contacto que eran muy diferentes a las de otras ciudades.
En su mayor parte, los dialectos diferían en la estructura de modulación de frecuencia dentro de cada llamada, lo cual es muy difícil de escuchar para los humanos.
Cuando los científicos buscaron dialectos dentro de los parques de cada ciudad, no encontraron diferencias. Los loros no tenían llamadas únicas de un parque a otro. Esto sugiere que los dialectos de los loros se separaron temprano, cuando las aves invadieron las ciudades europeas, pero luego no cambiaron significativamente durante este período.
Los resultados fueron sorprendentes: los dialectos habrían surgido a través de un proceso pasivo (escucha-repetición con comisión y reproducción de errores). Aunque no se descarta que los dialectos también puedan formarse mediante un proceso activo que ayudaría a las aves con la comunicación social. Las cotorras argentinas viven en nidos muy agrupados. Los investigadores creen que podría haber diferencias vocales, como jerga, en estas unidades sociales más pequeñas.

--