20.6 C
Concepción del Uruguay
domingo, diciembre 15, 2024

Hojas Sueltas… La verdad sale a la luz

Arturo Brooks

La Justicia comprobó que el “robo” del misil antitanque TOW A-2 fue una “escena” con el único objetivo de “hacer daño” al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y al entonces ministro de Defensa, Agustín Rossi. Esta semana tres militares fueron procesados por el hecho ocurrido en enero 2015 en un polvorín del Regimiento de Infantería Mecanizada 7 de Arana. Para el juez Alejo Ramos Padilla, el robo del misil fue un mensaje que buscaba tener trascendencia pública. “Los autores no actuaron guiados por una finalidad económica, sino muy posiblemente motivados por la intención de causar un daño y/o perjudicar a alguna autoridad”, sostuvo el magistrado. Los tres miembros del Ejército alcanzados por la resolución son Leonardo José Córdoba, procesado como autor del robo; Héctor Enrique Valenzuela, señalado como encubridor; y el teniente coronel Fabián Torrengo, segundo jefe del Regimiento que fue procesado por “peculado culposo”, es decir, por no haber dispuesto las medidas de custodia necesarias sobre un armamento con ese poder de destrucción.
La investigación sobre lo que había pasado con el misil se reactivó tras la llegada de Ramos Padilla al Juzgado Federal 1 de La Plata a principios del año pasado. El 14 de julio último el misil fue hallado por una cuadrilla de empleados municipales bajo un montículo de tierra que estaba en una calle en la zona de Los Hornos, a 10 kilómetros de la guarnición militar. Para el juez, era claro que quien dejó el misil buscaba que se lo encontrara. «Autores desconocidos –posiblemente relacionados con el robo ocurrido en primer término– lo colocaron en un lugar público, a la vera de una calle, para ser encontrado por empleados municipales encargados de la limpieza y mantenimiento de los espacios públicos», resaltó Ramos Padilla. “Si la desaparición de un misil antitanque con gran poder destructivo del interior del polvorín de un Regimiento es un hecho en sí mismo gravísimo –a lo que debe sumarse que las autoridades castrenses tardaron 5 días en tomar conocimiento del faltante y adoptar elementales medidas de resguardo–, resulta alarmante por el riesgo para la vida y la integridad de terceros el lugar y el modo en que fue hallado con posterioridad”, escribió Ramos Padilla al momento de dictar el procesamiento. Curiosamente, dos de los militares procesados se desempeñan actualmente como oficiales de la policía en la Ciudad Buenos Aires.

--