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Concepción del Uruguay
martes, abril 22, 2025

Hojas Sueltas… Energía limpia

Arturo Brooks

El mundo se encuentra en un momento crítico en la lucha contra el cambio climático. O aceleramos drásticamente la transición a la energía limpia, o nuestras posibilidades, cada vez más reducidas, de evitar que las temperaturas globales superen los 1,5° por encima de los niveles preindustriales serán destruidas. Pocos entienden mejor lo que está en juego que los países de América Latina y el Caribe (ALC). Sólo en el último año, la región de ALC soportó una destructiva temporada de huracanes, una ola de calor mortal y una grave sequía, que produjeron una aguda crisis hídrica en Uruguay, socavaron la producción hidroeléctrica en Ecuador y afectaron las principales cosechas en la Argentina. La agencia de calificación crediticia Moody’s estima que el cambio climático podría costar el equivalente al 16% del PIB de la región este siglo. Pero los países de ALC también tienen un enorme potencial para liderar la transición global hacia las energías renovables. Como señala la Agencia Internacional de Energía en su primera “Perspectiva Energética de América Latina”, las energías renovables, encabezadas por la energía hidroeléctrica, ya representan el 60% de la electricidad de la región, el doble del promedio mundial. América Latina también posee enormes reservas de minerales críticos vitales para la transición a la energía limpia, incluido más de la mitad del litio del planeta. Y está posicionada para convertirse en líder en la producción de hidrógeno verde.
La transición energética depende de las infraestructuras. La infraestructura energética existente en América Latina se ha construido en gran medida para respaldar la producción y el consumo de petróleo y gas. Para facilitar el desarrollo, almacenamiento, distribución y transmisión de energías renovables, la región ahora debe construir más redes interconectadas y ampliar la infraestructura de apoyo en tierra y mar. Una mayor conectividad transfronteriza y sistemas de almacenamiento escalables son esenciales para garantizar que los sistemas basados ​​en energías renovables en toda América Latina puedan resistir los efectos cada vez mayores del cambio climático. Por supuesto, las estrategias diferirán según los países.
En el Caribe, el clima, la geografía y la topografía complican la generación y transferencia de energía renovable. El viaje hacia un futuro sostenible será largo e implicará inversión e innovación continuas y los proyectos deberán diseñarse e implementarse teniendo en mente la justicia social y la inclusión de las minorías, como las comunidades indígenas.

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