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domingo, diciembre 15, 2024

Hojas sueltas… El robo del siglo

Por Andrés Asiain

La propuesta de dolarizar la economía que realiza Javier Milei enfrenta muchas críticas. Pero la duda más grande es cómo obtendría los dólares para implementarla. Ante los rumores de que para dolarizar se requiere una hiperdevaluación o confiscaciones de depósitos, los economistas Emilio Ocampo y Nicolás Cachanosky dieron detalles de cómo se implementaría la dolarización. Dado que las reservas internacionales no alcanzan, proponen tomar los demás activos del Banco Central (previo canje intraEstado para convertirlos en bonos en dólares bajo ley extranjera) y del FGS-Anses (“la plata de los jubilados”), junto a las acciones estatales de YPF y las recaudaciones futuras por retenciones a la exportación.
Todos esos activos se colocarían en un fideicomiso en el exterior para funcionar como garantía para la toma de un crédito internacional. Con los dólares obtenidos de esa manera más las reservas internacionales del Banco Central se avanzaría en canjear los activos en pesos de la población por dólares. Al respecto, incorporar las retenciones en el fideicomiso implica quitarle al Estado entre el 10% de su recaudación. Serían garantía del pago de las deudas emitidas por el fideicomiso. Algo que colisiona con la idea de equilibrar las cuentas públicas.
Por otra parte, el canje de letras y adelantos transitorios del Banco Central por bonos en dólares es equivalente a una nueva emisión de deuda externa a corto plazo por un valor nominal aproximado de 70.000 millones de dólares, cuyo valor de mercado ronda hoy los 17.500 millones de dólares. La solvencia del fideicomiso descansa básicamente en los ingresos por retenciones y en que el Estado pague los flujos de vencimientos por la deuda de 70.000 millones de dólares. Téngase en cuenta que la economía argentina no puede hacer frente a las deudas con el FMI y del canje con privados, por lo que todos los analistas descuentan una nueva reestructuración. Entonces, ¿por qué imaginan Ocampo y Cachanosky que podría cumplir con un endeudamiento adicional de 70.000 millones de dólares?
HEl desenlace previsible del experimento dolarizador sería que el fideicomiso entraría en convocatoria de acreedores por no poder cumplir con sus deudas. De esa manera, los acreedores se quedarían con la petrolera estatal y, a través de ella, con gran parte de las riquezas hidrocarburíficas de Vaca Muerta. También con las acciones y títulos del FGS de la Anses. Un descarado asalto al patrimonio de los argentinos.

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