Hojas Sueltas… Dólar y equilbrio

Andrés Asiain Economista

El Gobierno enfrenta una pulseada clave para su futuro político. Se trata de la presión del sector agroexportador por una nueva devaluación para liquidar una cosecha que promete alcanzar 100 millones de toneladas entre soja y maíz. Los agroexportadores sostienen que el valor del dólar ya se ubica al que regía cuando asumió Milei.
Así, la cámara de los empresarios aceiteros y exportadores de cereales exigió “un salto devaluatorio o menores derechos de exportación” para que la cosecha salga de las silobolsas.
La posibilidad de que reduzcan las retenciones es casi nula si se tiene en cuenta la prioridad que el oficialismo da a alcanzar el equilibrio fiscal. Además, el FMI no ve con buenos ojos que el costo del ajuste sea pagado por la base de la pirámide social, exigiendo que parte de la cúpula -donde se ubican los agroexportadores- colaboren en el esfuerzo. Por su parte, si el Gobierno cede y produce un nuevo salto en el dólar, la inflación volvería a acelerarse y las condiciones económicas y los ingresos reales de la población a deteriorarse.
Los funcionarios intentan convencer a los agroexportadores de que el dólar no se va a devaluar ya que se encuentra en un nuevo valor de equilibrio. Según el relato oficial, el fuerte ajuste del gasto y la licuación de los pesos por la elevada inflación con baja en las tasas de interés, hace que la demanda de dólares se reduzca y la gente tenga que vender sus ahorros en dólares para llegar a fin de mes. Esa situación explicaría que el dólar paralelo se haya mantenido estable.
Así, el futuro levantamiento del cepo no implica una devaluación, sino incluso una posible apreciación del peso frente al dólar.
Pero la estabilidad cambiaria tiene bases muy precarias. La acumulación de reservas de los primeros dos meses de gestión se logró en un contexto de brutal ajuste, pero que además se apoyó en el cepo para limitar los pagos de importaciones. Así y todo, el Banco Central debió emitir unos 9.000 millones de dólares de deuda que se acumulan a los ya exorbitantes pagos que deberá enfrentar a partir del año próximo. ¿Dónde se iría el dólar si se relaja el cepo y el ajuste sobre la actividad y los ingresos reales? ¿Cuál es su valor de equilibrio cuando empiecen a caer los vencimientos de la abultada deuda externa?