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Concepción del Uruguay
viernes, septiembre 20, 2024

Hojas Sueltas… Disparidades

Por Pedro Peretti

Con el Programa Dólar soja, que concluye hoy, el Gobierno cumplió el objetivo: conseguir dólares. En septiembre se liquidaron US$6.000 millones en exportaciones agropecuarias, según la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y del Centro de Exportadores de Cereales Ciara-CEC. Esto nos permite analizar el grado de concentración económica que tiene la economía agraria argentina, algo invisibilizado detrás del discurso de “abnegados labriegos” que viven en “condiciones inhóspitas”. En realidad, son un puñado de pooles de siembra que depredan el interior profundo de la Argentina. Y podemos también comparar lo que ganan en relación con los ingresos urbanos. El ingreso medio de un trabajador es de 66.500 pesos por mes, eso es lo que cobra el 61% de la población. No obstante, a 1.000 personas le transferimos 300.000 millones de pesos de un saque, en menos de 30 días. Es una enorme inequidad que nos debe llamar a la reflexión. Y no es que no había otras alternativas. Se podrían haber puesto tarifas diferenciales por el uso del río Paraná, de modo tal que, aquellos que no liquidaran la soja para especular con una devaluación, pagaran más de peaje.
Hoy, a los buques se les cobra 3 dólares por tonelada para circular por un bien natural de todos los argentinos, entonces se podría haber dispuesto que aquellos tenedores de soja que no habían liquidado los granos antes del 31 de agosto, a partir de esa fecha pagaran más por flete. Con esa simple medida, que el Estado pudo establecer porque es quien administra la navegación del Paraná, los especuladores que ahora se agolparon para vender y cobrar la soja a un dólar de 200 pesos, también habrían salido a venderla sin que todos los argentinos le cedamos semejante fortuna a un grupito de empresas. Además, el Estado tenía otras herramientas, como la Ley de Abastecimiento, pero se ve que no está en la esencia del Gobierno pararse antes las corporaciones. Tanto a Cargill, como Dreyfus, Bunge, etc. les ha ido espectacularmente bien en los últimos años. MCU, un pool que siembra 150.000 hectáreas, multiplicó por tres su facturación y, según publicaron en su balance, ese crecimiento obedeció a los “altos precios internacionales” y al “adecuado tipo de cambio que había en la Argentina”. Sin embargo, no nos animamos a cobrarle un impuesto a la renta extraordinaria, sino que le regalamos un dólar de privilegio.

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