Jorge Bernetti
Los inminentes comicios presidenciales colocaron otra vez en el debate público el grave problema pendiente de la ocupación por parte del Reino Unido de Gran Bretaña de las islas Malvinas, Orcadas, Sandwichs y las aguas circundantes. El debate también se vinculó con los temas de la Defensa, como no podía ser de otra manera, pero volvió a poner sobre la mesa los métodos con los que se piensa convencer a Londres de cumplir con las mayoritarias expresiones de la comunidad internacional, que apoya tanto la iniciación de negociaciones entre el ocupante y el ocupado como la soberanía argentina sobre los territorios.
Desde La Libertad Avanza se ha llegado a defender la opción de consultar a la población local para darles la llave y definir la soberanía para constituir una “nación” independiente. Esa es la opción que respaldan Estados Unidos y las fuerzas dominantes de Taiwán para levantar otro estado que rechace la soberanía de China sobre ese territorio.
En ese caso y, por cierto, en Malvinas se quiere legitimar bajo la supuesta convocatoria democrática a los residentes establecidos mediante un acto de ocupación colonial.
Pero esta caracterización no implica, en manera alguna, negar los derechos humanos básicos para la población residente, los denominados “kelpers”.
Los actuales residentes malvineros tienen el derecho a permanecer en unas islas reintegradas a la soberanía nacional, tienen todos los derechos políticos y civiles de los demás argentinos, de sostener su propiedad, de practicar el culto religioso o las opiniones filosóficas que prefieran.
En un país de la concurrencia de tantas etnias y culturas, desde las diversas originarias hasta las provenientes de la inmigración europea y, en el presente, a la llegada de contingentes latinoamericanos, no cabe sino recibir a un grupo social que, como los galeses en la Patagonia y los irlandeses en todo el país, tienen perfiles tan concurrentes a la identidad argentina.
El esfuerzo realizado en los últimos cuatro años en la política de Defensa por el Gobierno, a través de los ministros Agustín Rossi y Jorge Taiana, en la política de reequipamiento a través del Fondef, de los trabajos para igualar los salarios de las FFAA con las de Seguridad, en el aumento de las maniobras, campañas y horas de vuelos y de navegación, constituye un respaldo para la política de recuperación de las Malvinas por vías pacíficas y de acuerdo con el derecho internacional.