Hojas Sueltas… De buen humor

Luis Britto García

A continuación les expondré problemas que acontecen el día en que el Presidente se levanta de buen humor. Enciérrase en su despacho, despide a los edecanes, y al rato sale con un decreto que dice: se nacionalizan las industrias básicas. Y como comentario sólo añade: por cuanto es uno de los objetivos señalados por la Constitución. Pánico mayor no puede haberlo, se movilizan los embajadores, el Nuncio, los hombres influyentes, los ministros, los generales. Pero el Presidente sale con otro decreto que dice: “Se expropian todos los latifundios” y nos explica con una sonrisita: por cuanto figura en el programa electoral. Luego, liberación de los presos políticos. Tumulto interesante ante las pesadas puertas de caoba, Mister Atkinson exige satisfacciones, dice que esas cosas se consultan pero de la puerta que se cierra en sus narices sólo trascienden estas palabras: “El poder público no consulta con extranjeros porque para eso es soberano”. Entonces es la locura, representantes de las federaciones de inversionistas tratan de hacer valer los compromisos de financiamiento de elecciones, embajadores intentan explicar que estas cosas las verán con malos ojos poderosos vecinos, generales intentan poner de manifiesto el malestar que eso produciría en las logias militares, el Nuncio expone que todo ello será muy mal interpretado por el Sacro Colegio, pero el Presidente grita que él no es jefe de las Federaciones de inversionistas, de los poderosos vecinos, de las logias militares del Sacro Colegio, sino del pueblo. Y nos pasa por debajo de la puerta decretos o los tira por las ventanas como avioncitos y son cosas como investíguense fortunas de mis copartidarios, o créense escuelas o amplíense universidades, o rebájense alquileres, o los trabajadores dueños de todas las utilidades. Y hay que ver qué dificultades para ir atrapando e ir quemando, sobre todo que hay algunos que vuelan tanto que en las calles se llega a saber lo que pasa. Hay turbas que festejan y trinan las ametralladoras, las agencias noticiosas dicen que se mueven los marines y tumbamos a culatazos las pesadas puertas de caoba y el Presidente a caballo en la ventana firma decretos y le vacío el cargador en la cara y no puedo evitar que los últimos papeles se escapen y como una nube de palomas blancas vuelan sobre la ciudad en insurrección, la ciudad del día en que el Presidente amaneció de buen humor.