Hojas Sueltas… Clima quemado

David Bueno

Cuando hay sequía o se producen inundaciones catastróficas, cuando arde la tierra o el granizo estropea cosechas enteras, cuando el invierno pasa en un mes o resulta imposible dormir el calor asfixiante, los medios de comunicación y las conversaciones de bar van llenas de la expresión “cambio climático”. Nos hemos creído los reyes de la creación, o nos lo han hecho creer durante siglos, y ahora el fuego, la sombra y la sal se han enseñado de nuestro entorno. El debate sobre el cambio climático debe de terminar, porque ya no es discutible. El mundo se está calentando más rápidamente que en cualquier otro momento de la historia registrada. “No es una teoría, es un hecho. Ni siquiera puede considerarse a esta altura un debate intelectual, se trata sino de una emergencia bien real. Con estas palabras tan contundentes, el arquitecto especializado en sostenibilidad y ciudades saludables Eloi Juvillá nos presenta “Tierra quemada. Revolución o extinción”, un texto implacable e incómodo, pero sin embargo necesario, sobre la excepcionalidad del momento que vivimos. Nos dice que las escenas que estamos viviendo (y padeciendo) son simplemente el preludio del mundo que nos espera, que generará las mayores migraciones de la historia de la humanidad, la que necesitará grandes dosis de adaptabilidad y sacrificio. No es, sin embargo, un libro desesperanzado, sino todo lo contrario. Un llamamiento al cambio basado en el conocimiento científico actual, que expone, por ejemplo, qué posibilidades tenemos para descarbonizar la atmósfera, y en qué medida todavía es posible crecer económicamente, disminuir las desigualdades y compartir un planeta habitable por los casi 8.000 millones de seres humanos que somos en la actualidad. En la misma línea, pero de forma complementaria, también se mueve “Emergencia climática. Las claves para entender el cambio climático”, del ambientalista y divulgador catalán Andreu Escrivá. A partir de los mitos establecidos sobre el clima, el cambio climático y los diferentes tipos de negacionismo, expone de forma desacomplejada y esperanzadora, clara y comprensible, los impactos que ya estamos viviendo y los que vendrán, qué podemos esperar o, mejor dicho, qué no podemos esperar, de las malogradas cumbres del clima. La cuestión, sin embargo, es si nosotros seremos capaces de aprender a reaccionar a tiempo antes que la escuela, que es la vida, no nos dé una lección irreparable. Porque el inmovilismo, como enfatiza Juvillà en su libro, ya no es una opción.