Por Ariel Vercelli
Se suele oír decir que los grandes inventos informáticos nacieron de la inteligencia de unos estudiantes universitarios desaliñados y mal dormidos, que desarmando computadoras hogareñas y creando códigos, iniciaron una empresa multimillonaria. El “mito del garaje”. Lo que sucedió en realidad con la expansión de la informática es un entramado más complejo, que incluye factores dentro del esquema político, científico y tecnológico. Internet se desarrolló en Estados Unidos ligado a la estrategia militar, vinculado a la posibilidad de que haya un ataque nuclear y, en ese caso, se pueda compartir la información entre diferentes nodos. Al mismo tiempo se desarrollaron avances en el software y hardware para radares y aeronáutica que ayudaron mucho a tecnologizar el sistema que dio lugar a las grandes empresas. Desde el inicio de la computación se quiso aprovechar el mejor recurso disponible, por ejemplo, por qué hacer que las máquinas trabajen individualmente si pueden estar en una red que potencie su uso, compartiendo procesamiento de información a distancia.- Así fue que se conectaron entre sí a las máquinas ubicadas en universidades y otras agencias estratégicas, que tenían gente trabajando allí con la capacidad de desarrollar estos nodos. Contrario a la idea de la meritocracia, en la que un estudiante aislado con una idea genial crea algo extraordinario, el Estado estuvo muy presente, financiando y otorgando las condiciones necesarias para establecer y desplegar el prodigio tecnológico que hoy conocemos como Internet. La primera red de conexión fue dentro de la empresa IBM, donde se desarrollaron los primeros protocolos para compatibilizar computadoras. El Gobierno estadounidense patrocinó esos avances por su carrera espacial. En Argentina hubo desarrollos propios, pero los sucesivos golpes interrumpieron también el crecimiento en esta área. Se cree que la informática nació en el país cuando llegó Clementina, la computadora que se instaló en el Instituto de Cálculo, dependiente de la UBA. Es importante conocer a Clementina, pero es indispensable contar todo lo demás, la historia de la informática aquí excede a ese evento. Hubo varios desarrollos anteriores vinculados a las ingenierías, a los lenguajes, a la automatización, también dentro de las Fuerzas Armadas. Incluso, mucho antes del Plan Conectar Igualdad, al regreso de la democracia en Argentina, hubo empresas que se dedicaron a confeccionar computadoras para escuelas. En el Museo de la Escuela de Educación Técnica N°3 de Mar del Palta se conservan completos algunos de esos equipos.