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Concepción del Uruguay
sábado, junio 15, 2024

Hojas sueltas… Carne cara

Andrés Asiain

Los últimos aumentos en el precio de la carne están a la cabeza de la carrera inflacionaria y desataron la alarma de consumidores y del Gobierno. De hecho, su ponderación dentro del índice de precios del consumidor muestra que la inflación aumenta un punto porcentual cuando la carne sube un 10%. Sólo en la primera semana de febrero, el índice de precios de supermercados muestra incrementos del 10% en los cortes de carne vacuna.
Este aumento se debe a características particulares del funcionamiento del sector ganadero. Cuando el sector pasa por un mal momento y los ganaderos deciden reducir sus desembolsos, la oferta de corto plazo en vez de reducirse, aumenta.
Por ejemplo, la sequía del año pasado encareció el mantenimiento del ganado por la reducción de las pasturas. La respuesta empresarial fue reducir su stock, pero para ello aumentaron el sacrificio de animales, generando en el corto plazo un incremento de la oferta.
La consecuencia fue una baja relativa del precio de la carne, que aumentó un 63% en 2022, frente a una suba general de los alimentos del 93%. Pero esa baja relativa de precios de corto plazo anticipa fuerte aumentos futuros cuando el proceso de reducción de stock llega a su límite. Un efecto que puede profundizarse si ante mejores perspectivas, el sector ganadero decide incrementar su stock. En ese caso sucede el efecto contrario al inicial, ya que en el corto plazo el incremento del stock ganadero se logra reduciendo el sacrificio de animales para incrementar su reproducción, generando una contracción momentánea de la oferta.
Esa parece ser la etapa que se atraviesa, luego de que las recientes lluvias mejoraran los números del sector. El resultado de esa merma en la oferta de ganados impulsó el precio de la hacienda un 30% en las últimas rondas, dando lugar a las subas que se observaron en los mostradores. Ante esa encrucijada, el Gobierno parece estar dando algunos pasos acertados al restringir temporalmente las exportaciones de cortes populares, aun cuando ello pueda afectar el ingreso de divisas. Es que el desarrollo de mercados consumidores de la carne argentina en China en la última década rompió la división tradicional entre cortes de consumo popular y de cortes de alto poder adquisitivo de exportación que caracterizaba al sector. Las compras chinas se concentran en la carne de vaca y en cortes populares que compiten directamente con el consumo popular interno.

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