Por Ariel Vercelli
La semana pasada, una inteligencia artificial, llamada NooK, venció a ocho jugadores campeones del mundo en el bridge. Que los algoritmos puedan burlar a los humanos puede no parecer de interés periodístico. Deep Blue de IBM venció al campeón mundial de ajedrez Garry Kasparov en 1997. En 2016, AlphaGo de Google derrotó a un gran maestro de Go. Un año después, la Inteligencia Artificla (IA) Libratus eliminó a cuatro estrellas del póquer. Sin embargo, las aplicaciones en el mundo real de tales tecnologías han sido limitadas. Los científicos informáticos sugieren que esto se debe a que son «cajas negras» que pueden aprender mejor que las personas, pero no pueden expresar ni comunicar ese aprendizaje.
NooK, de la startup francesa NukkAI, es diferente. Ganó mediante la formulación de reglas, no solo apelando a la velocidad de cálculos. El bridge no es igual al ajedrez o incluso el Go, que son juegos de dos jugadores basados en un conjunto de hechos totalmente conocidos. Bridge es un juego para cuatro jugadores divididos en dos equipos, que involucra colaboración y competencia con información incompleta. Cada jugador ve solo sus cartas y necesita recopilar información sobre las manos de los otros jugadores. A diferencia del póquer, que también implica información oculta y ardides, en el bridge un jugador debe revelar a sus oponentes la información que le está pasando a su compañero.
Esta característica del bridge significaba que NooK podía explicar cómo se tomaban sus decisiones de juego y por qué representa un gran avance para la IA. Cuando se enfrentan a un nuevo juego, los humanos tienden a aprender las reglas y luego aprenden a mejorar, por ejemplo, leyendo libros. Por el contrario, las IA de «caja negra» se entrenan a sí mismas mediante el aprendizaje profundo: jugar un juego miles de millones de veces hasta que el algoritmo haya descubierto cómo ganar. Es un misterio cómo este software llega a sus conclusiones. Los coches autónomos siguen siendo un sueño lejano. Los radiólogos no fueron reemplazados por AI el año pasado, como se había pronosticado. Los seres humanos, a diferencia de las computadoras, hacen que las tareas complicadas y de alto riesgo sean breves. Las tecnologías generan confianza si son comprensibles. NooK será una tecnología que cambiará el mundo si cumple la promesa de resolver problemas complejos y explicar cómo lo hace.