Hojas Sueltas… Alta presión

Andrés Asiain

El candidato de la Libertad Avanza alienta la devaluación porque es lo que requiere su plan de dolarización. Lo que estamos viendo es que a la incertidumbre típica del período electoral se le agrega el condimento de la propuesta de Javier Milei, con chances electorales. El proyecto dolarizador lleva implícita una devaluación muy grande y ningún gobierno quiere pagar el costo de devaluar. Ahí está la idea de fogonear la corrida porque Milei lo ve como favorable para su proyecto. Pero el costo no lo paga Sergio Massa, sino toda la sociedad, a la que le genera un dolor muy grande, mientras, de paso, desgasta al gobierno.
Para promover la corrida, Milei recomendó el lunes en una entrevista radial: “Jamás (ahorrar) en pesos, jamás en pesos. El peso es la moneda que emite el político argentino, por ende, no puede valer ni excremento, porque esas basuras no sirven ni para abono”.
No es la primera vez que el libertario celebra la devaluación del peso. Lo repitió la semana pasada, durante una reunión con empresarios en Mar del Plata: “Cuanto más alto esté el precio del dólar, dolarizar es más fácil”, había asegurado.
Massa contestó que “es gravísimo” y que “por un voto más está timbeando los ahorros de la gente”. Patricia Bullrich también salió al cruce y apuntó contra el libertario: “Estamos al borde de la hiperinflación y tenemos que ser prudentes. Nunca diría que tienen que sacar la plata de los bancos porque estás generando una corrida, vos estás produciendo una hiperinflación y eso es inadmisible. Un candidato a presidente no puede jugar con el dinero de los argentinos”.
El gobierno llega a las elecciones con los dólares justos, lo que hace que su poder de intervención sea muy limitada, porque un dólar que se sacrifica en el paralelo es un dólar muy necesario para sostener la actividad económica y no quedarse sin reservas para sostener el oficial. La respuesta inmediata fueron las acciones de la Aduana, en las que se allanaron 18 bancos por la fuga de 400 millones de dólares. Son herramientas necesarias, pero la capacidad de gastar dólares del gobierno en el mercado paralelo es muy reducida. El dólar oficial es el que rige la mayoría de los precios, por eso los esfuerzos del Ministerio de Economía se dirigen a mantenerlo estable en un contexto de alta presión.