Por Andrés Asiain
La noticia de que el ministro de Economía, Sergio Massa, cerró con Washington el acuerdo de intercambio de información tributaria que le permitirá al país tener acceso a los datos de cuentas de argentinos en los bancos estadounidenses podría podría cambiar significativamente la recaudación fiscal y la fuga de divisas de nuestro país. El resultado de la negociación es de relevancia porque Estados Unidos es el único destino con el que Argentina no tiene un intercambio automático de datos, lo que lo pone a ciegas en la plaza donde hay mayor cantidad de dinero de argentinos. Puesto en números, el mismo le permite a la AFIP ampliar en 100.000 millones de dólares la base imponible para cobrar impuestos a los Bienes Personales y Ganancias, entre otros.
Según confiaron a Página 12 fuentes oficiales, el convenio se firmará en noviembre y estará activo desde el primero de enero del 2023. El punto final de las negociaciones fue el miércoles, en una cena que mantuvieron en un quincho del Tigre Massa y parlamentarios republicanos y demócratas, además del embajador de los Estados Unidos en Argentina, Marc Stanley. La delegación estuvo integrada por Robert Menendez (Foreign Relations Committee), Rob Portman, Richard Burr, y Ben Sasse, de la Comisión de Finanzas. Y Massa estuvo acompañado por la secretaria de Energía, Flavia Royon, y el encargado de Relaciones Internacionales, Gustavo Martínez Pandiani.
Ya la semana hubo una reunión virtual de la AFIP, Economía y el Tesoro de los Estados Unidos, en la cual se validó el texto final del acuerdo y se ratificaron las condiciones. lo mismo pasó en encuentros con la embajada. El acuerdo se firmará todo en inglés, sin traducción, para acelerar los plazos, algo que se acordó entre ambos países. En las últimas horas, Massa ya tramitó ante la Cancillería lo que se llama técnicamente «pleno poder», la autorización para rubricar ese convenio.
La reunión de miércoles tiene, además, una lectura política, que es la disposición de Estados Unidos para abrir a algunos pedidos puntuales de Argentina. El primero, que ese país acepta abrir por primera vez la información de la banca privada estadounidense, lo cual hasta hace unos años era un no rotundo. Lo segundo, que Estados Unidos acepta trabajar para que los organismos internacionales sigan apoyando con inyección de dinero, como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que está en medio de la designación de un reemplazo de su ex presidente, Mauricio Claver Carone.










