“Hay una sobreestimación de la eficacia de los protocolos para evitar la transmisión, fundamentalmente en actividades que hacen virtualmente utópico el cumplimiento de dichos protocolos”, subrayó Carlos Bantar, médico especialista en microbiología y director del Hospital San Martín, de Paraná. “Por ejemplo, hipotetizar que se puede organizar una marcha con el cumplimiento de un protocolo de no transmisión de un virus por vía aérea o por contacto, es virtualmente una utopía tanto si a esa marcha van 20 o 200 personas”, señaló.
Apuntó que lo mismo ocurre en “un cumpleaños de 40 personas que van a comer y beber”. Al respecto sostuvo: “Es utópico pensar que esas personas van a cumplir el protocolo que busca evitar la transmisión de un virus respiratorio, cuando la mayor eficacia de ese protocolo es que la persona tenga un tapaboca-nariz puesto, de manera que su secreción respiratoria no contagie a la persona que tiene enfrente. Pero si la gente está comiendo y bebiendo a menos de dos metros de distancia, va a ser muy difícil que ese protocolo se cumpla”, aseveró.
Por eso advirtió: “Cuando se dice que se cumplen los protocolos y que eso asegura que no habrá transmisión, a mí me parece que es, cuanto menos, utópico en determinadas actividades”.
En cambio, sí consideró eficientes a los protocolos que se aplican en bares y restaurantes, pero solamente cuando las mesas están ubicadas en un lugar abierto y no cerrado. “Eso sí hace una diferencia fundamental para el cumplimiento del protocolo, porque estar al aire libre y mantener la distancia, evidentemente y eficientemente elimina la transmisión”, afirmó.
“Hay sobreestimación de la eficacia del cumplimiento de los protocolos”
--