Hace cinco décadas se organizaba el primer concierto benéfico de rock

Poco más de un año después de la separación de The Beatles y en medio de un fenomenal éxito personal con su tema My sweet lord, George Harrison organizaba hace 50 años el Concierto para Bangladesh, primer recital de rock benéfico que abrió una tradición extendida hasta hoy con memorables ediciones como el Live Aid de 1985. Para el festival, realizado en 1971, en el neoyorquino Madison Square Garden, Harrison se rodeó de sus amigos más cercanos entre las estrellas de la época, como el caso de Leon Russell, Billy Preston, tecladista que colaboró con The Beatles en Let it be; su excompañero en la popular banda de Liverpool, Ringo Starr; y su maestro de sitar y gran influencia, el indio Ravi Shankar.
Pero, sin dudas, dos de los platos fuertes de esa noche fueron las presencias de Bob Dylan y Eric Clapton, a quienes, por diferentes motivos, no era muy común verlos en un escenario en aquellos tiempos.
La movida benéfica, que incluyó el lanzamiento de un exitoso disco en vivo triple producido por Phil Spector y una película documental dirigida por Saul Swimmer, recaudó poco más de 240.000 dólares que, muy a pesar y disgusto de su organizador, tuvieron un destino real que nunca quedó del todo claro.
Sin embargo, más allá del efecto palpable que este concierto benéfico tuvo para sus eventuales destinatarios, las figuras que aceptaron ser parte del show, el contexto en el que se produjo y el legado dejado en torno a la posibilidad de que el rock abandonara por un momento el glamour y el hedonismo y actuara de manera solidaria, lo convirtieron en uno de los grandes acontecimientos en la historia del género.