Gustavo Satto: “Estar en Brasil es un aprendizaje muy grande”

Gustavo Satto y Alejandro Kohan; los preparadores físicos que integran el cuerpo técnico de Hernán Crespo.

El preparador físico uruguayense del San Pablo contó su actualidad en el cuerpo técnico que tiene a Hernán Crespo como líder. Un repaso por toda su carrera, la recepción en el fútbol brasileño, y esa conexión especial con ese país donde dio tres vueltas olímpicas.

Por Manuel Iconicoff

“Por la mañana es imposible, no tenemos día libre, entrenamos todos los días”, así comenzó el intercambio de mensajes con el preparador físico Gustavo Satto, actualmente trabajando en el San Pablo de Brasil con el entrenador argentino Hernán Crespo. “De acá al 5 de diciembre no tenemos un fin de semana libre, por más que se juegue la Copa América, los Juegos Olímpicos o lo que sea. Se entrena y se juega igual” cuenta a La Calle el hombre nacido en Concepción del Uruguay hace 53 años.
Gustavo Daniel Satto dejó esta ciudad a los 16 años, cursó cuarto año de la secundaria en Buenos Aires pero quiso volver a la Histórica para terminar en el histórico Colegio Justo José de Urquiza con sus compañeros. Emigró para estudiar Profesorado de Educación Física y hacer atletismo en Ferro Carril Oeste. Un laburo en un gimnasio, un conocido, un nexo, todo lo fue llevando al ambiente del fútbol. “Eran momentos difíciles de Argentina, como ahora donde muchos de los que no tienen laburo tratan de emigrar a otro lado. Empecé a estudiar Profesorado de Educación Física, hice atletismo en Ferro, conocí muchos profesores, entre ellos a Javier Valdecantos y así llegué al ambiente del fútbol. Empecé en su gimnasio, me dijo para ir a trabajar a Argentinos Juniors en 1999 y le dije que sí, sabiendo que no había un mango. Seguía trabajando en el rugby de Hindú y en los colegios pero era una manera de empezar en el mundo del fútbol. Fue duro, me la pasaba trabajando todo el día” afirma el papá de Clara (17) y de Paloma (22), familia que conformó junto a Adriana en los 37 años que llevan juntos.
Sobre sus inicios y los diferentes entrenadores con los que trabajó Satto detalló: “En Argentinos Juniors estuve hasta el 2005, después junto a Alejandro Kohan vamos a River y me tocó trabajar con Daniel Passarella dos años, luego él decidió dedicarse a la política en el club. Luego trabajé con Jorge Burruchaga en Arsenal, Banfield y Atlético Rafaela; en Quilmes junto a Hugo Tocalli y en Independiente con Ariel Holan, donde ganamos en 2017 la Copa Sudamericana. De ahí vino Hernán Crespo a hablar, nos gustó la idea y nos subimos. Hicimos Banfield, Defensa y Justicia y ahora San Pablo”.

 Fue una revolución en el tricolor
Más allá de que ahora en el gigante paulista les toca atravesar una mini crisis con el equipo ya que lleva seis partidos sin poder ganar en el inicio del Brasileirao, el desembarco de Satto con el cuerpo técnico encabezado por Crespo fue una revolución en el Tricolor, gracias a que a los pocos meses de haber llegado el equipo logró una identidad de juego que despertó halagos y lo llevó a ganar el torneo estadual después de 16 años, una sequía llamativa para uno de los clubes más grandes del continente. “Cuando llegamos en marzo hubo un parate importante de entre 15 y 20 días donde se paró toda la competencia por el tema Covid, esta ciudad estuvo muy complicada. Ahí pudimos entrenar mucho el modelo de juego que se iba a llevar a cabo en el torneo. Eso a nosotros como grupo nos ayudó mucho porque acá si venís con un torneo empezado o a medio campeonato porque echaron a otro DT y no ganás es difícil, hay muchos partidos y poco descanso” sostuvo el uruguayense acerca del plan de trabajo y la clave de conseguir resultados rápidamente en San Pablo. Acerca de la adaptación añadió “Para ellos (por los brasileños) primero está la parte humana y son muy cariñosos. Llegás de Argentina y obviamente te preguntás con qué te vas a encontrar. El carisma, la amabilidad la tenés todo el día. Te pasa algo y están todos a la expectativa a ver qué te pasó. También eso se da en Argentina pero siendo de un argentino en Brasil llama un poquito la atención”.
En el marco de la competitividad que tiene el fútbol brasilero Satto analizó que profesionalmente para estar en ese país. “Es un aprendizaje muy grande en todo sentido, más allá del trabajo. Terminamos el torneo Paulista y a los pocos días comenzó el Brasileirao y la Copa de Brasil. Tenemos que jugar con Racing en julio por Copa Libertadores. El desgaste físico es inmenso. Los equipos de segunda y tercera división acá, son los de primera del fútbol argentino porque tienen jugadores que han pasado por equipos grandes, no te podés descuidar”.
En relación al aporte del preparador físico y el rol que hoy por hoy pueden llegar a tener en un deporte cuya parte física ha evolucionado hasta niveles impensados, el Profe considera que “actualmente la parte física no es como antes donde vos te parabas en una esquina y ordenabas 10 pasadas de 400 metros. Hoy lo físico pasa mucho por el trabajo con la pelota, todos los trabajos son con los sistemas tácticos que van a utilizar en los partidos. Por ejemplo, se sigue haciendo velocidad, pero con la pelota. El mantenimiento es el trabajo de fuerza sí, pero hoy nuestro trabajo no se basa en pasadas, eso es prehistoria. Fueron otros modelos de trabajo que no quiere decir que otros cuerpos técnicos no lo sigan haciendo, cada uno tiene su modelo de trabajo”. Además, sobre los alcances de su rol reflexionó: “No nos metemos en la parte técnica, sí colaboramos desde afuera en observar si el trabajo con pelota tiene alta intensidad o baja, tenemos que buscar cómo llegar para que el jugador levante velocidad y frecuencia cardíaca alta para que sirva la parte física y lo pueda transferir en un partido”.

 Su unión con Brasil
El destino lo une a Gustavo Satto con Brasil. Más allá del presente y del último logro en San Pablo, en aquella tierra conquistó dos títulos: la Copa Sudamericana en 2017 con Independiente de Ariel Holan en el mítico Maracaná tras vencer a Flamengo y con Defensa y Justicia la Recopa Sudamericana 2021 venciendo a Palmeiras por penales. Antes, claro, habían ganado en el Mario Alberto Kempes la final de la Sudamericana con el equipo de Florencio Varela a Lanús, goleándolo 3 a 0. Con respecto a la página dorada con Defensa y Justicia el uruguayense recalcó que “la clave fue el trabajo, el sistema de juego que implementa y cómo se trabaja en la semana pensando en el rival, eso se trabaja mucho. Por ejemplo en Banfield no tuvimos suerte, se hablaba mucho de cómo jugaba ese equipo pero la pelota pegaba en palo y salía. Banfield jugaba un lindo fútbol, sabía a lo que jugaba pero no podíamos ganar. El mismo trabajo que hicimos en Banfield lo hicimos en Defensa y Justicia, por supuesto con distintos nombres pero la misma idea de juego”.
Para cerrar la charla, el “Profe” que en las épocas de vacaciones se divide el tiempo para visitar a la familia en Concepción del Uruguay y a los amigos en Buenos Aires y Rafaela, cuenta lo que significa convivir con Dani Alves, el ex compañero de Messi en Barcelona es uno de los futbolistas en actividad más consagrados. “Uno piensa que Dani Alves, múltiple campeón con Barcelona, con cuarenta y pico de títulos puede marcar distancia y nada que ver. Él vive feliz. No es que viene de Europa y mantiene una distancia con los demás, para nada. Viene y te abraza, te demuestra. El brasilero es así y para nosotros es un jugador más. Tengo una anécdota muy linda con él. Lo primero que hice fue meter la música en el entrenamiento, ya sea al gimnasio o a la parte del calentamiento previo. Y eso los motiva, ponerle música al brasilero le gusta y no es que se desconcentre, sigue haciendo el trabajo. Una vez le dejé el teléfono a Dani, buscó música, puso cumbia y a su vez grabó todo en el Instagram porque estaba solo esperando a los demás. Obvio que explotó mi teléfono”.