Gordofobia, cuando la enfermedad se convierte en un estigma

Señor director:
El discurso discriminador hacia las personas con sobrepeso creció durante la pandemia del Covid-19. El estigma de quien tiene kilos de más como una persona dejada o que no quiere estar saludable o que es perezosa; se intensificó a través de las redes sociales con burlas y haciendo énfasis en terminar la cuarentena con sobrepeso.
En las redes sociales- bajo el liderazgo de influencers y médicos- y en los medios de comunicación, a través de periodismo especializado se ha comunicado a la obesidad como una enfermedad en crecimiento. Sin embargo, el estigma de la enfermedad sigue estando, ya que es la segunda causa de discriminación más importante en el país .
Buenos Aires, enero 2021.- El rechazo y la discriminación hacia las personas que sufren de sobrepeso y obesidad creció considerablemente durante la pandemia. La llamada “gordofobia” se evidencia cada vez más, a través de las redes sociales que profundizan en las burlas y en el modelo de figura único tanto para hombres, como para mujeres. Ahora bien, la obesidad y el sobrepeso no son una cuestión de voluntad o falta de deseo de estar más sano o saludable. Se trata de una enfermedad multifactorial, ya que quien la padece está afectado por distintos factores como: genéticos, medio ambientales, conductuales, hormonales y emocionales asociados o no a la autoestima, entre otros.
«Es un paciente que viene durante muchos años con fracasos de tratamientos. Tiene una ‘mochila’ y una autoflagelación que lo hace pensar que es el responsable de tener esta enfermedad. A una persona con diabetes a nadie se le ocurriría de culparla por de tener esa enfermedad. Se trata una patología que es multifactorial, crónica y de muy difícil tratamiento; con lo cual hablar de que el paciente es el responsable absoluto es un error enorme y lo estigmatiza”, señaló el Dr. Pedro Martinez Duartez, presidente de SACO, (Sociedad Argentina de Cirugía de la obesidad y enfermedades relacionada al exceso de peso). Además, el doctor Martínez Duartez agregó que en “muchos países ya han declarado a la obesidad como una enfermedad, pero en Argentina todavía no. La gente tiende a creer que con una dieta y haciendo ejercicio el paciente que tiene obesidad va a bajar de peso, sin embargo, no es tan sencillo”.
Es que si bien hay una relación con la comida que no es sana, el paciente con obesidad tiene un metabolismo más lento en el que si consume una cierta cantidad de calorías, que puede ser igual a la de una persona delgada, sigue aumentando de peso. Actualmente, en los medios de comunicación y redes sociales hay campañas en las que se busca mostrar a la obesidad como una enfermedad, pero, sin embargo, no parecen ser suficientes, ya que el discurso “gordofóbico” se encuentra en aumento.
Natalia Czaban