Pfizer fue uno de los primeros laboratorios que inició conversaciones con el gobierno argentino para concretar la venta de vacunas contra el coronavirus cuando todavía no había vacunas ni certezas sobre el momento en que estarían disponibles. Tal fue el grado de acercamiento entre la compañía norteamericana y las autoridades locales, que en el Hospital Militar de la Ciudad de Buenos Aires realizó uno de los ensayos clínicos más importantes del mundo.
Pasaron los meses y finalmente el desarrollo científico empezó a tener la aprobación de los entes reguladores de todo el mundo para ser inoculado, pero algo sucedió que impidió que la Argentina estuviera en la lista de países con acceso a esas dosis. Cuando lo consultaron sobre el tema, el ministro de Salud, Ginés González García, manifest´´o que pidieron “condiciones inaceptables” para firmar los acuerdos. Evitó dar detalles porque sostuvo que rigen cláusulas de confidencialidad que invisten la negociación, pero trascendió que los impedimentos están vinculados con la inmunidad jurídica que Pfizer pretendía tener en el país ante eventuales consecuencias adversas de la dosis en la población.
González García explicó esa teoría este lunes, en una entrevista: “No entendemos por qué tienen tantas exigencias, pareciera que no le tienen fe a la vacuna”, advirtió. “Si con alguna firma ha sido generosa la Argentina, ha sido con Pfizer. Les ofrecimos la estructura para que hicieran el estudio clínico acá, hubo condiciones contractuales para las cuales hicimos una ley y hubo alguna cosa de la ley local que no encaja con lo que ellos quieren. Y la verdad es que es muy difícil para nosotros hacer otra ley, más allá de que no sería lo más digno para un país”, repasó el ministro.
Pese a ello, precis´´o que el gobierno de Alberto Fernández tiene la intención de seguir negociando con el laboratorio americano, cuyas vacunas empezaron a ser aplicadas en Estados Unidos y en gran parte de Europa.