Patricia Bullrich se convirtió en el principal obstáculo de Horacio Rodríguez Larreta para desplegar la red de «facilitadores» que reportan al jefe de gobierno porteño en todas las regiones del país.
Este armado quedó a cargo del larretista de mayor rango dentro de la estructura del partido que preside Bullrich. Es Eduardo Macchiavelli, actual secretario general del partido, coordinador de los facilitadores. En la Patagonia, Patricia puso a Silvana Giúdici como controladora y chocó de inmediato con Marcelo Cano, que durante los últimos años se encargó del armado del PRO en esa región y desde la renovación del partido fue nombrado como facilitador por Macchiavelli. La relación entre Giúdici y Cano no tiene retorno, aseguran en el PRO.
En Cuyo la encargada es la diputada Carmen Polledo, que tiene muy buen trato con Larreta. Pero la región no está exenta de tensiones: en San Luis, Gabriela Riollo, presidenta del PRO puntano y el senador nacional Claudio Poggi, sospechan que el armado de Macchiavelli podría levantar al diputado provincial Bartolo Abdala.
En La Rioja, en el PRO valoraban la tarea del interventor del partido, Marcelo Wechsler, pero Larreta intentó sumar a Gladys González y Guadalupe Tagliaferri como facilitadoras y todavía no se pudieron poner de acuerdo para armar un zoom. No es el único problema del larretismo en el NOA: no logran encuadrar a Paula Bertol, armadora de esa región, que está más cerca del «ala dura» de Patricia.
En Corrientes, el problema es con los radicales. Uno de los facilitadores es el Lucas Figueras, de origen peronista, que estuvo a cargo de Acumar en el último tramo del mandato de Mauricio Macri. Macchiavelli tiene cortocircuitos con Carlos «Mono» Vignolo, secretario de Gobierno del gobernador Gustavo Valdés y ex titular del Plan Belgrano.
El macrismo puro tiene a otros hombres en puestos claves para la campaña. Guillermo Dietrich maneja el área de voluntariado y es uno de los dirigentes que habla con Macri con más frecuencia, aunque también tiene buena relación con Horacio Rodríguez Larreta y Hernán Lombardi.