«Fue como una pesadilla; se quemaron vivos», relata sobreviviente de trágico choque en Potrerillos

Dos camioneros murieron calcinados tras una colisión frontal en la ruta 7. Una familia que viajaba en un auto detrás de los camiones se salvó milagrosamente, sufriendo solo heridas menores.

«Fue como una pesadilla. Íbamos hablando, contentos; habíamos descansado mucho y hasta habíamos tenido buen tiempo en la aduana. De repente, chocamos. Y, cuando pude bajar, escuchaba los gritos de los camioneros. Se quemaron vivos, nosotros viendo todo y no podíamos hacer nada», relató Mariana Giménez Portocala, una de las sobrevivientes del trágico accidente ocurrido el domingo por la noche en la ruta 7, a la altura de Potrerillos.



La mujer de 44 años regresaba de Chile junto a una pareja amiga y su hija de 8 años cuando, aproximadamente a las 23:40, su Renault Megane se encontró de frente con dos camiones que acababan de colisionar. El accidente se produjo cuando uno de los transportistas intentó sobrepasar a otro vehículo, invadiendo el carril contrario y chocando frontalmente con el otro camión que circulaba en sentido opuesto.

«Alcanzamos a frenar, pero venía bastante cargado el auto y la parte de adelante del auto chocó de lleno contra uno de los camiones», describió Mariana en diálogo con Los Andes. La colisión derivó en un incendio que consumió ambos camiones, provocando la muerte instantánea de los dos conductores.

La sobreviviente, quien viajaba en el asiento trasero junto a la niña, recordó el momento del impacto: «No sé en qué momento fue todo, porque entré en shock. Solo recuerdo que, en un momento, vimos los camiones y el fuego. Recuerdo que yo estaba detrás y que mi amiga, quien ya se había bajado del auto, me gritaba para que baje con su hija».

Mariana destacó la intervención providencial de un conductor de otro camión que venía detrás de ellos y frenó a tiempo: «Nos asistió desde el primer momento con agua y una manta. Nos gustaría volverlo a ver para agradecerle». También mencionó la rápida actuación de un policía que llegó al lugar y les indicó que abandonaran el vehículo.

Milagrosamente, los cuatro ocupantes del automóvil sufrieron solo politraumatismos y heridas menores. La niña de 8 años, según relató Mariana, «solo tuvo moretones, y ella, con solo 8 años, nos daba fuerzas y ánimos para salir». La mendocina aún conserva puntos de sutura en una de sus piernas como consecuencia del accidente.

La familia había viajado a Santiago de Chile para realizar compras durante el fin de semana y regresaba a Mendoza cuando ocurrió la tragedia que cortó la rutina de un viaje que, hasta ese momento, se desarrollaba con normalidad.