Fans del ajuste

Por Carlos Heller

Durante la firma del Consenso Fiscal para 2022 que acordaron las jurisdicciones del país, con la sola excepción de la Ciudad de Buenos Aires, el presidente Alberto Fernández aseguró que el acuerdo, “nos sirve mucho en la discusión que tenemos con el FMI porque nos muestra un país que proyecta el futuro en términos fiscales racionales y con el consenso de todas las provincias”.
El pacto fiscal permite que las provincias incorporen el gravamen a la transmisión gratuita de bienes, es decir, el impuesto a la herencia derogado por Martínez de Hoz durante la última dictadura.
Además, el Consenso Fiscal les devuelve autonomía a las provincias, pone topes al aumento de impuestos. Las provincias se comprometen a lo que en el pacto se llama “endeudamiento responsable”: sólo podrán incrementar la deuda en moneda extranjera con organismos bilaterales o multilaterales de crédito, por desembolsos pendientes firmados con anterioridad al 31 de diciembre de 2021, y por las operaciones de reestructuración de deuda.
En la misma línea de la progresividad del sistema impositivo, se aprobó la ley que modifica el Impuesto a los Bienes Personales. La iniciativa aumenta de 2 a 6 millones de pesos el monto mínimo no imponible a partir del cual se abonará el tributo. Se eleva de 18 a 30 millones de pesos la exención sobre los inmuebles dedicados a vivienda familiar y se mantienen las alícuotas sobre los bienes declarados en el exterior.
Pero si, tal como planteaba la oposición, se hubiera votado sólo la elevación del monto mínimo a partir del cual se abona el gravamen, la medida hubiera producido una caída de unos 31.000 millones de pesos en los ingresos fiscales. De ellos, el 62% les correspondía a las provincias y a los municipios.
En mi carácter de presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, me referí al déficit que generaba la medida, tal como JxC la impulsaba. Sostuve que me llamaba la atención que quienes siempre están tan preocupados por el déficit, estuvieran dispuestos a aumentarlo en 31.000 millones de pesos.
Nosotros no somos hinchas del déficit fiscal sino enemigos del ajuste. Estamos de acuerdo con rebajar cargas tributarias que afectan a los que menos tienen, pero eso hay que reemplazarlo con progresividad.