Falleció Silvio Marzolini, figura de Boca y del fútbol mundial

Fue jugador, técnico, emblema, capitán, campeón. Jugó mundiales y dirigió a uno de los equipos de Boca más recordados.

Por Alfredo Guillermo Bevacqua

Fue símbolo de una época gloriosa de Boca, conquistando los títulos de campeón en los años 1962, 1964, 1965, 1969 (Campeonato Nacional y Copa Argentina) y 1970. Participó de los mundiales de Chile en 1962 e Inglaterra de 1966, en el que fue considerado el mejor lateral izquierdo del certamen. En 1969, un puñado de peruanos –como no se volvió a juntar jamás-, le impidió ser partícipe del que ha sido, seguramente, el mundial mas hermoso de la historia: el de México 1970. Vaya el recuerdo para Chumpitaz, Mifflin, Sotil y el inmenso Teófilo Cubillas, entre otros. Precisamente afloró su corazón xeneixe. Boca nunca había dado la vuelta en el Monumental; los hinchas de River cantaban “la vuelta la dan allá en el Ital Park”, el gran parque de diversiones ubicado a corta distancia del estadio; Boca, enfrentó a River, en el último partido del campeonato. Una verdadera final. El empate le alcanzaba. Fue 2 a 2, con goles del Muñeco Madurga para Boca, Mas y Marchetti para River. Cuando Boca inició su vuelta se levantaron los grifos del Monumental y una inesperada torrencial “lluvia” se abatió sobre los campeones. Marzolini, dio otra vuelta, él solo, disfrutando de ese momento único. Al año, repitió la vuelta, pero sin lluvia artificial…
Pero también tuvo la satisfacción de reencontrar a Boca con el título de campeón, fue en 1981. Precisamente había dado la última vuelta olímpica, con él como capitán. Fue el director técnico de Maradona, en el año de la única vuelta olímpica del mas grande de la historia en la Argentina, un sábado 15 de Agosto de 1981.
A Boca llegó en 1960; en 1959, con apenas 18 años había deslumbrado a todos en la Bombonera, vistiendo la verde casaca de Ferro. Anuló ese día totalmente a Nardiello, un veloz puntero derecho, autor de varios goles en Boca, que se destacaba por su velocidad, pero que, según Dante Panzeri, jugaba “con un balde en la cabeza”.
En 1960 Boca y River inician la era del fútbol espectáculo: fue una competencia por traer extranjeros: a Boca llegaron los brasileños Paulo Valentín –el gran goleador- Dino Sani, Orlando Pecanha de Carballo –por años capitán de Boca- Ayres Moraes Da Silva, entre otros; pero también se incorporó Silvio Marzolini, y con 19 años, llegó y su titularidad no se discutió.
En la actualidad son habituales los partidos “con el resto del mundo”, la televisión cubre los gastos. En la década del ´60 “no se conseguía”; se realizó un partido en Maracaná, el Brasil campeón del mundo, contra “el resto”; en este estaban el inglés Bobby Charlton, el alemán Francz Beckenbauer, y los húngaros Florian Albert (un 9 excepcional) y Janos Farkas , cuando los magyares, aún respondían al legado de Puskas, Kubala, Koczic y Bosik, y entre ellos, el único argentino, fue Silvio Marzolini.
Se retiró muy joven, a los 31 años. En 1971 se declaró una huelga de futbolistas y él era capitán. Para Alberto Jacinto Armando, el histórico presidente boquense, el derecho de huelga no existía; y no lo perdonó, le otorgó el pase libre con una condición, solo podría jugar en un equipo del interior. A los 31 abandonó las canchas el mas elegante y fino defensor que recuerde el fútbol argentino. Impecable en la marca y con enorme jerarquía para ser un atacante mas; total, Alberto González, Gonzalito, le cubría la espalda…
Tuvo una segunda temporada en Boca como director técnico, en 1995: año electoral, en el que se impuso Mauricio Macri, luego de un fallido intento en Deportivo Español por proyectarse desde el fútbol. Era un Boca para ser campeón por varios puntos: atajaba Navarro Montoya, el 9 era “Manteca” Martínez, el 7 Claudio Paul Caniggia y el 10, Diego Maradona. Llegó a llevar 6 puntos de ventaja, cuando el ganador se llevaba dos puntos, es decir tres partidos. El día del acto eleccionario, un 9 de diciembre, enfrentó a Racing, en una Bombonera desbordante de júbilo, porque un nuevo título era inminente. Pero a los 15 minutos, Racing ganaba 3 a 0. Boca perdió 6 a 4. Y en las elecciones ganó Macri…
Siguió en el fútbol trabajando en las divisiones inferiores de Banfield. Pero cada vez que Boca era local, Antonio Ubaldo Rattín, pasaba en su auto a buscarlo a él, luego a Antonio Roma, y el último pasajero que se sumaba era Rojitas, “el Nene de Oro”, y se ubicaban en un palco que les había otorgado Boca. Pero “el tano” Roma murió en el 2013. El siguió con la rutina hasta el ACV del 2019. Ayer murió. Tenía 79 años.

Marzolini en nuestra ciudad
Era la mañana de un sábado 22 de Agosto de 1981. Una semana atrás en la Bombonera habíamos sido testigos de la única vuelta olímpica de Maradona y del único título de campeón como DT de Silvio Marzolini. Ocasionalmente pasamos por la redacción de LA CALLE. Al atender el teléfono, desde el otro lado de la línea: una voz nos informa: “Mire, si quieren venir a sacar una foto o hacer un reportaje, aquí en la Estación del Automóvil Club, está Silvio Marzolini, cargando nafta. Va para Concordia”. Le pedimos a Mario Leiva, aquel 8 de Engranaje, que lo retuviera que ya salíamos para el ACA,, que entonces estaba frente al cementerio.
Cuando llegamos estaba limpiando el parabrisas. Nos presentamos y le pedimos “ir hasta el diario” para hacer una nota. Consultó con su esposa y su suegra, aceptó. El viaje a Concordia fue desechado. Su mini vacacion entrerriana fue en Concepción del Uruguay. LA CALLE, le pidió a la señora Angélica Liberatori de Presas que fuera su guía turística; lo acompañó al Palacio San José, al Colegio, a la Basílica, al Palmar.
Oscar Marcelo Satto, el inolvidable “Chule”, tenía la concesión del comedor del Jockey Club, en la señorial casona que poseía la institución, y lo invitó a cenar. Todos se sorprendían cuando se percataban de su presencia; no había celulares para la foto, solo el autógrafo en una servilleta de papel. Antes, en el diario, habíamos charlado largamente del Boca campeón.