ISe brindó la charla sobre Grandes desafíos del juicio por jurados -Selección de Jurados, Administración de Pruebas y Revisión de veredicto.
Con auspicio de la Universidad de Concepción del Uruguay (UCU), a través de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, la actividad se desarrolló en su salón de actos, organizada por la Asociación Argentina de Fiscales, la Asociación de Magistrados y Funcionarios del Poder Judicial de Entre Ríos, y la Asociación de la Magistratura y la Función Judicial de Entre Ríos.
En un salón de actos colmado por profesionales y estudiantes de Derecho e integrantes del sistema judicial de la ciudad y la provincia, expusieron Harry Dorfman, juez de la Corte Superior de San Francisco; y Peter Furst, quien es defensor, docente y capacitador.
Con temas disparadores que permitieron la interacción con el público, la jornada fue coordinada por los doctores Sebastián Videla y Rubén Chaia.
El decano de la Facultad, doctor Yamil Bechir, manifestó la satisfacción por la alta concurrencia y agradeció el acompañamiento del intendente, doctor Martín Oliva, quien participó de la jornada y entregó obsequios a los expositores estadounidenses.
Su importancia
En base a su experiencia como juez en Estados Unidos, Dorfman manifestó que “El juicio por jurados le da a la comunidad la posibilidad de venir al sistema judicial y participar del juicio”.
En su opinión, la importancia de esta modalidad es tal, que “si no hay jurado, la Justicia es un misterio para la comunidad; queremos que ella decida en los casos y no que decida la Fiscalía, el juez ni ninguna otra persona del sistema”, agregó Dorfman.
También, señaló que el Juicio por Jurados funciona como límite al poder del gobierno, que “a veces toma decisiones que no son buenas. En nuestra sociedad no tenemos confianza en el gobierno, por eso queremos que la comunidad esté involucrada en la Justicia. Si la comunidad quiere Justicia, debe participar en la Justicia”.
En Estados Unidos
Cuando un ciudadano integra un Jurado no puede trabajar, por lo cual el juez de la Corte Superior de San Francisco planteó la necesidad de que el sistema tenga “suficiente dinero como para que puedan pagarles a los miembros del Jurado para que puedan implementarlo mejor”.
Furst coincidió en este desafió puesto que “hay ciertas empresas que pagan todo el tiempo que uno integra un jurado y hay otras que no pagan nada. Todos los ciudadanos deberían poder dedicarse y no dejar de hacerlo por falta de dinero”.