El «pincha» lo esperó, supo aguantar y pegó en los momentos justos para quedarse con una victoria tremenda.
Estudiantes supo aguantar el mejor momento de Tigre y cuando tuvo la posibilidad lo liquidó y terminó ganando 2 a 1, en un tremendo encuentro que disputaron anoche en el estadio «Uno» de La Plata por la undécima fecha de la Zona B de la Copa de la Liga Profesional.
El conjunto platense se impuso con los goles de Franco Zapiola, a los 27 minutos, y Mauro Boselli, a los 36, ambos en el segundo tiempo, mientras que el «matador» descontó mediante el tanto de Nicolás Demartini, en el tercer minuto de descuento.
Con este resultado, el «pincha» se afirma como único puntero de la zona con 24 puntos, mientras que Tigre quedó con 19 unidades, también en zona de clasificación.
Las emociones se dieron en el segundo tiempo, porque en el primero los dos equipos se estudiaron tanto que parecieron olvidarse del arco contrario.
No porque no quisieran ir en busca del triunfo, sino porque estuvieron imprecisos en los metros finales o bien la efectividad defensiva de ambos impidieron la apertura del marcador.
Los primeros 15 minutos de la etapa complementaria tuvieron a un Tigre increíble en su andar, con un Prediger que se adueñó del mediocampo y los volantes externos trepando a cada instante.
En ese período lo tuvo Colidio primero y luego Priotti, pero el arco parecía que no se le abría, en momentos en que Estudiantes pareció desconcertado.
Los cambios que metió Zielinski, le dieron al «pincha» el oxígeno que necesitaba para poder tener más llegada y así fue que luego de un rebote de una pelota parada, lo aprovechó al máximo Zapiola, quien desde afuera del área abrió el marcador.
El 1 a 0 para el local permitió que el partido ganara en emoción, Tigre sintió el sacudón y Estudiantes se soltó y llegó con mayor precisión, teniendo en Carlos Zuqui a su DT dentro del campo de juego.
En una gran jugada por derecha, que terminó con un centro al medio del área, terminó con Boselli marcando el segundo gol, y si bien en el final Tigre logró descontar, ya nada tenía vuelta atrás.