La Cancillería de Bolivia alertó a la comunidad internacional sobre lo que considera un intento de golpe de Estado orquestado por el expresidente Evo Morales (2006-2019) en contra del gobierno democrático de Luis Arce. En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores afirmó: «Denunciamos que se está gestando un nuevo golpe de Estado en el Estado Plurinacional de Bolivia, dirigido por Evo Morales, con el fin de acortar el mandato del presidente Luis Arce y volver a presentarse como candidato, a pesar de las limitaciones establecidas por la Constitución».
El pronunciamiento subrayó que este martes comenzó una marcha desde Caracollo (Oruro) hacia La Paz, liderada por Morales, con la intención de generar un bloqueo nacional de carreteras, como se indica en su pliego de demandas. «Este bloqueo busca asfixiar económicamente al pueblo boliviano y generar agitación social, formando parte de una estrategia para derrocar al gobierno democráticamente elegido, que obtuvo más del 55 por ciento de los votos», añadió el comunicado de la Cancillería.
Además, se señaló que las ambiciones de poder de Morales, quien había declarado anteriormente que se presentaría como candidato «por las buenas o por las malas», están causando sufrimiento al país. «Rechazamos el plan antidemocrático del expresidente Morales y reafirmamos nuestra defensa de la vida, la democracia y los intereses del pueblo boliviano», concluyó el comunicado.
Ese mismo día, el presidente Luis Arce denunció los intentos de desestabilización por parte del exmandatario. Mientras Morales lidera la marcha de 190 kilómetros hacia La Paz, Arce describió las acciones como parte de una estrategia motivada por intereses personales y el deseo de forzar una nueva candidatura presidencial.
Morales, por su parte, no ocultó sus intenciones, según un informe de la agencia de noticias Xinhua. En su discurso previo al inicio de la marcha, mencionó: «Si el primero (presidente) y el segundo hombre (vicepresidente) abandonan al pueblo, está el tercer hombre del Estado, el hermano Andrónico Rodríguez», en referencia al presidente Arce y al vicepresidente David Choquehuanca.
La mención de Rodríguez, que ocupa el tercer lugar en la línea de sucesión y es aliado de Morales, generó especulaciones sobre un posible plan para desplazar a Arce y facilitar el camino para una nueva candidatura de Morales, quien enfrenta restricciones legales para postularse en las elecciones de 2025.