Esas naranjas ácidas…

Señor director:
Las calles Rivadavia y Ameghino (ambas son continuación) presentan una intensa arboleda de naranjos amargos que brindan una imagen simpática para quienes transitan por la zona. En más de una oportunidad, cuando podíamos recibir turistas, escuché a más de un visitante verse sorprendido por esta plantación frutal a lo largo de las calles mencionadas.
Hasta acá todo muy lindo, pero los que vivimos en esta zona vemos como la fruta al ser amarga no es consumida por nadie y termina generando un montón de basura en la calle. Además, debemos soportar que algunos “traviesos” arrojen estas naranjas a los techos, ventanas y autos.
Acá por un lado se puede reclamar que el sistema de barrido público debería llevarse los frutos del piso, pero por otro debemos pedir un poco de coherencia a quienes “juegan” a hacer puntería con nuestras viviendas o vehículos.
Héctor Rodríguez