Así lo expresó el infectólogo Ignacio Bourlot en una entrevista con LA CALLE.
Por Kari Díaz Rivas
Debido al debate que se generó sobre vacunar o no a los niños de 3 a 11 años contra el covid-19, LA CALLE se comunicó con el médico infectólogo Ignacio Bourlot para despejar ésta y otras dudas.
El profesional se recibió en la Universidad de Buenos Aires (UBA), se formó en Infectología en el Hospital General de Agudos Doctor Juan A. Fernández y es miembro de la Sociedad Argentina de Infectología. Trabaja en el Hospital Justo José de Urquiza en Concepción del Uruguay, en el Centenario de Gualeguaychú, en el centro médico San Lucas y la Clínica Uruguay.
En la oportunidad se le consultó sobre tres cuestiones que resuenan en estos momentos: ¿Hay una vacuna mejor que otra?, ¿todos nos vamos a tener que inocular con una tercera y la posible cuarta dosis?, ¿es lo correcto vacunar a los niños de 3 a 11 años?
“En realidad no hay una vacuna mejor que otra; sí son diferentes”, mencionó Bourlot. “Tienen diferentes perfiles en lo que evaluamos: hay unas vacunas que pueden ser más eficaces que otras como la Moderna, la Pfizer o, incluso, la Sputnik V y la AstraZeneca tienen una efectividad mayor a las inactivadas como la Sinopharm o la Sinovac”, explicó, al mismo tiempo que remarcó:
“Pero, las vacunas con menos eficacia tienen un perfil de seguridad más alto; es decir, tienen menos efectos adversos”. “Por lo tanto una vacuna puede ser mejor que otra en algún aspecto y no en otro. Y dependerá de cuál es la búsqueda de la necesidad de proteger a qué sectores y a qué grupos de riesgo. Las vacunas son diferentes y no hay una mejor que otra. Y para decir cuál es mejor debemos compararlas en términos de alguna particularidad cómo puede ser la eficacia o los efectos adversos”, precisó.
Al continuar con la consulta sobre la tercera y cuarta dosis, el infectólogo detalló: “En relación a las dosis de refuerzo o booster, como llamamos, a estas alturas del plan se evalúan cuáles son los grupos que necesitan dosis adicionales. En ese sentido, se ha visto, con el correr del tiempo y, en especial, asociadas con vacunas de menor eficacia, una dosis de refuerzo o booster es lo mejor, puede generar un recupero, una nueva elevación de los anticuerpos que son protectores frente a la enfermedad”.
Informó que se indican en algunos grupos especiales que responden peor a la vacuna o, en algunas circunstancias, de esquemas en particular. “No creo que durante lo que queda de este año y principio del que viene toda la población vaya a ser sometida a terceras o cuartas dosis, pero sí tendremos que estar atentos a cuál es la evidencia de las vacunas disponibles en la actualidad respecto a lo que perduran esos anticuerpos y esas defensas y la necesidad para determinados grupos de repetir dosis luego de un determinado tiempo, pero no creo que hoy sea una indicación que aplique a toda la población en general”, explicó.
En relación al debate que se generó sobre inocular o no a los niños de 3 a 11 años, el infectólogo contó: “La recomendación actual es la inoculación con la vacuna inactivada, más conocida como vacuna china, la Sinopharm para nuestro país, hay alguna experiencia de su aplicación en estas poblaciones en otros países, se la ha elegido en especial por su perfil de seguridad y de escasez de efectos adversos al ser una vacuna inactivada, y no es su fuerte la eficacia.
El principal objetivo de vacunar a esta población es epidemiológico y de salud pública, no es de protección individual de los niños, pero sí protegerlos reduce las posibilidades de rebrotes de la enfermedad o de cursar un fenómeno epidémico como el que tuvimos en los inviernos previos”.
Y recordó: “Los niños son grandes diseminadores de esta enfermedad. Muchas veces cursan de manera asintomática, pero esos niños pueden enfermar a otros adultos o niños con factores de riesgo que no puedan tener una cobertura del todo apropiada”.
“Es primordial llegar con la vacuna a ellos, a los grupos de entre 3 a 11 años, para que, con esa población protegida en su gran mayoría, bajemos las posibilidades de volver a vivir brotes como los que tuvimos con todo lo que conlleva. Por lo tanto, es una indicación y una recomendación que nuestros niños estén vacunados”, finalizó Bourlot.
Asimismo, el médico adjuntó las palabras de Mirta Roses, presidenta de la Comisión Nacional de Inmunizaciones y directora emérita de la Organización Panamericana/Mundial de la Salud, quien refirió a la importancia de seguir avanzando con la vacunación pediátrica.
“El tema de la vacunación en los niños siempre se basa en varios criterios: en primer lugar, la seguridad; en segundo lugar, el riesgo que se corre de enfermarse y, en tercer lugar el rol que juegan en la transmisión los niños. Estamos en una pandemia, con un virus bastante desconocido todavía.
En Argentina, la vacuna con menos efectos adversos es Sinopharm, una vacuna a virus inactivado, que es una plataforma conocida”, acotó.
“Tenemos un calendario nacional, una Comisión Nacional de Seguridad en vacunas que da alertas ante cualquier problema. Tenemos todos los instrumentos para darnos confianza: no escuchemos las voces que no conocen, que no están bien informadas, incluso profesionales de salud que pueden hablar sin saber. Si me preguntan de cardiología no les voy a contestar, porque yo soy una infectóloga”, detalló.
Mirta Roses es presidenta de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (Conain), directora emérita de la Organización Panamericana/Mundial de la Salud, es especialista en enfermedades infecciosas y salud pública, es miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires y, en febrero de 2020, fue designada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), junto a otros cinco expertos, como embajadora global del organismo para la lucha contra el virus del covid-19. Se graduó como cirujana en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y completó su formación en medicina clínica y epidemiología de enfermedades infecciosas en la Universidad de Buenos Aires (UBA).