El ajuste del Gobierno alcanzó a uno de cada tres pesos que recibieron las universidades en 2023. El dato surge del resultado del gasto público difundido por el Ministerio de Economía.
El equipo económico bajo la conducción de Luis Caputo del gobierno de Javier Milei difundió este miércoles los números del superávit fiscal correspondiente a septiembre, cuando registró nuevamente superávit financiero por $466.631 millones, producto de un superávit primario de $816.447 millones y de un pago de intereses de deuda pública neto de los intra-sector público por $349.816 millones.
En el marco del conflicto que mantiene con la comunidad educativa de las universidades, que todavía mantiene tomas en sedes y ayer llevó adelante un paro, la motosierra del gobierno nacional recortó un 33% la inversión en las casas de altos estudios si se compara los nueve meses de este año con el mismo período del 2023.
El resultado esconde la contabilidad creativa de capitalizar el pago de los intereses de la deuda pública en pesos, de tal manera que mientras logra superávit financiero incrementa la deuda neta del gobierno nacional, en lugar de reducirla como sugeriría tener ese saldo positivo.
El ajuste del gasto primario se registró en todos los rubros, destacándose la baja de inversión en obras, el menor pago de haberes previsionales y del PAMI, el recorte en el gasto social, en los subsidios al transporte y la energía y también en las universidades nacionales.
Según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), en 14 de los 16 tipos de gastos tuvieron recortes por $30,1 billones en moneda constante, luego dos de los 16 tuvieron incrementos por $0,5 billones, como resultado el gasto primario descendió $29,5 billones.
Variable del ajuste
De aquellos gastos que cayeron, se aprecia que las jubilaciones y pensiones soportaron el 25% de la reducción total (su participación disminuyó 1 p.p. respecto al mes anterior), la inversión real directa el 15%, las transferencias a provincias el 16%, subsidios a la energía el 11% y salarios y programas sociales el 8%, entre los más importantes.
En pesos constantes, a septiembre del año pasado se habían invertido en las universidades $3,28 billones mientras que este año, en los nueve meses, cayó a $2,23 billones. Significa un recorte de uno de cada tres pesos que se destinaban a financiar el gasto de funcionamiento y los salarios docentes y no docentes en todas las universidades de carácter nacional.
En septiembre del año pasado, siempre en pesos constantes, se habían destinado $346,4 millones mientras que este año cayó a $2,78 millones.
Si se toma de referencia el último año de gestión de Cristina Fernández de Kirchner, los fondos que hoy se destinan a las universidades son equivalentes a 61,9%, es decir, un ajuste de casi 4 pesos por cada 10 que se gastaron como promedio mensual en 2015.