Alejandro Fantino abrió “las puertas” de su programa de América, Fantino a la tarde, para conocer en primera persona los testimonios de sus televidentes y saber, principalmente, cómo pasan estos días, a casi cinco meses del comienzo de la cuarentena obligatoria en la Argentina. Después de escuchar a personas de diferentes ciudades, el conductor y Marcela Tauro, una de sus panelistas, no pudieron contener las lágrimas ante el testimonio de Claudia, una vecina de Paraná, Entre Ríos. “Es muy complicado. Yo soy comerciante, tengo un negocio de artículos de limpieza y la verdad que se me está poniendo muy complicado. Tengo un empleado que, por la cuarentena, tampoco viene a trabajar. Menos mal que el Gobierno me está ayudando, porque si no sería imposible para mí seguir. Si me tuviese que trasladar no sé cómo sobreviviría”, contó sobre su delicada situación. La mujer manifestó su dolor por haber “dejado de vivir” y, ante la pregunta de Fantino sobre esa frase en particular, ella explicó: “Dejar de vivir es no poder estar con tu familia, tus amigos, que son todo. Tengo grupos de amigos que hace meses que no los veo. Los afectos vienen de la familia y los amigos no pueden faltar. Creo que todos tenemos que tomar conciencia de cómo cuidarnos.
Necesitamos más campañas de concientización”. Fiel a su estilo, Fantino quiso saber un poco más sobre su seguidora y le preguntó si, en medio de esta situación, ella teme contagiarse de coronavirus. Muy emocionada, respondió: “No duermo. Me despierto a las 2:00 o 3:00 muy mal, angustiada, porque tengo un hijo de once años y la verdad que somos los dos solos. Tengo un tío que no ha podido viajar a Australia, así que se queda en mi casa. Gracias a Dios lo tengo conmigo porque estoy sola: necesito afecto, amigos y la verdad que me pone muy mal todo esto y no sé cómo sobrellevar mi negocio. Es muy complicado. A veces me empastillo a la noche para poder descansar, no se vive bien. Nunca pensé que iba a pasar por este momento”. Entre lágrimas, Tauro le dijo que es “una mujer fuerte”. Y ella continuó: “No me da vergüenza llorar porque es la necesidad de sacar eso que tenemos adentro. Creo que a todos nos pasa lo mismo: todos estamos viviendo muy mal”. “Te escuchaba recién -comentó Tauro- y está bien, permitite llorar como nosotros. Nos hiciste llorar a todos. Lo que no me gustó, si te puedo ayudar en algo, es que sos una mujer joven y fuerte, tenés un hijo de once años: no está bueno que te empastilles. No soy nadie para decirte esto, pero tenés toda la vida por delante para disfrutar ese hijo. Sos una mujer maravillosa”. Ella le respondió que solo toma pastillas cuando se desvela y no se puede dormir. Y explicó a qué se debe su trastorno del sueño: “Soy el único sustento de mi familia. Si yo me caigo, se cae todo”.