A siete meses de la muerte de Nahuel Romero, producto de un impresionante incidente vial ocurrido el 16 de febrero en la esquina de boulevard Irigoyen y calle Urquiza, este viernes finalmente la causa fue elevada a juicio.
Agustín Adrián Rodríguez está imputado por el fallecimiento del joven conductor, aunque permanece en libertad ya que la justicia interpreta que no existen riesgos de fuga ni de entorpecimiento de la causa. Durante la madrugada trágica, Rodríguez se desplazaba arriba de su auto marca BMW por Irigoyen y al llegar a Urquiza no respetó la prioridad de paso que tenía Romero; lo embistió y la víctima terminó golpeando su cabeza contra la fuente que existe en la zona. Los padres de la víctima cuestionan desde hace tiempo las pericias policiales que hablan de que el conductor del BMW circulaba a poco más de sesenta kilómetros por hora, mientras que un perito de parte de los familiares de Nahuel asegura que el vehículo del acusado podría haber alcanzado una velocidad de entre 90 y 110 kilómetros por hora. Esta diferencia de velocidades es llamativa, ya que cuesta creer que la víctima pueda haber salido despedida de su moto con tanta violencia si el conductor del auto sólo circulaba a unos 60 kilómetros. Luego de que los abogados hicieron las presentaciones de rigor, el juicio empezará a moverse en la justicia y despierta inquietud en la sociedad.