La abogada se refirió a la salud de su marido, quien este miércoles ingresará al quirófano por cuarta vez en la última semana
Jorge Lanata continúa peleando día a día por su salud. Internado hace más de cuatro meses, el periodista fue sometido la semana pasada a una compleja intervención quirúrgica a raíz de una isquemia intestinal. Esta afección, en la que se interrumpe el flujo sanguíneo al aparato digestivo, pone en riesgo la vida del paciente.
La comunidad médica y su círculo cercano han seguido con atención cada etapa de su tratamiento, que comenzó el 14 de junio pasado, cuando ingresó al Hospital Italiano por un cuadro respiratorio. Esta nueva complicación, sin embargo, ha requerido una serie de cirugías en pocos días, lo que ha generado una constante incertidumbre sobre su recuperación.
La primera intervención, realizada el miércoles 9 de octubre. se llevó a cabo con el objetivo de remover una parte del intestino afectada por la falta de circulación sanguínea. No obstante, la gravedad de la situación impidió que los médicos pudieran reconectar el órgano de inmediato, lo que forzó una segunda cirugía exploratoria. Durante ese procedimiento, los especialistas evaluaron la zona afectada para determinar los pasos a seguir. El lunes 14, Lanata volvió al quirófano para intentar unir nuevamente el intestino, pero debieron extirparle diez centímetros más de tejido y para este miércoles los médicos esperaban poder completar la reconstrucción.
En horas de la mañana, Elba Marcovecchio, esposa del conductor, se hizo presente en el Italiano y dialogó brevemente con la prensa que monta guardia en el nosocomio del barrio de Almagro. “Pasó la noche estable, que es lo más importante”, dijo la abogada ante las cámaras de televisión.
Durante el trayecto del estacionamiento a la puerta de ingreso al hospital, Elba fue consultada por el semblante del martes que llamó la atención entre los presentes. “Ayer se te vio acongojada, ¿salió complicado el cuadro?”, le preguntaron. “Qué se yo que decir, está en las mejores manos de Latinoamérica te diría”, respondió esperanzada.
Luego, la abogada aseguró que su marido tenía hora de operación a las 10 de la mañana y aseguró que se trataría de una operación y no de una exploración, como ocurrió en las últimas intervenciones. “Debería ser eso, pero es una decisión de los médicos”, replicó. Y volvió a depositar su confianza en el equipo que cuida de la salud de su marido.
“Está en las mejores manos de Latinoamérica, en el mejor servicio de abdomen, de terapia intensiva. Los médicos tienen esperanza, y los que estamos en oración también”, sentenció. En este punto, le preguntaron por las versiones acerca de que, durante la jornada del martes, la familia del periodista habría solicitado la presencia de un sacerdote para darle la extrema unción, algo que fue negado rotundamente por la abogada. “El capellán del hospital está siempre, pero ayer no lo vi”, respondió. Y antes de ingresar, dejó una frase sobre su estado general. “Yo tengo miedo, nada más, creo que es lo que cualquiera tendría”.
Vale recordar que el procedimiento al que fue sometido Lanata el miércoles pasado, una cirugía laparoscópica, tenía un objetivo claro: restaurar el paso de sangre hacia sus intestinos y evitar complicaciones mayores. Se trató de un nuevo desafío para el periodista de 64 años, un hombre que demostró una resistencia sobrehumana en repetidas ocasiones, que llevó a su esposa a definirlo como “un gladiador”. De acuerdo a lo informado en el programa de Barbarossa, el creador de Página/12 se sometió a 29 internaciones a lo largo de su vida.