El telegrama

Los patrones nunca pierden, los que pierden son los empleados de abajo. Siempre tuve la sensación de que ir a un supermercado perteneciente a alguna cadena y quedarle debiendo algunos pesos al cajero, era como una especie de triunfo de la clase dominada sobre el empresariado despiadado. Fue grande mi sorpresa cuando hablando con una cajera me enteré que esos pesos se los descuentan a ellos, los empleados. Según me dijo, se trata de unos 400 o 500 pesos al mes. Algo insignificante para el empleador y significativo para el empleado.

Ezequiel Gradizuela