Las plazas están cada vez más limpias y lindas, a la espera de que podamos volver a llevar a nuestros gurises a jugar. El problema que hay en estos espacios públicos es silencioso o aromático, ya que muchos dueños de animales llevan a sus perros hasta las plazas de la ciudad para hacer sus necesidades. Un porcentaje bastante bajo es el que anda con la bolsita de nylon en el bolsillo para llevarse las necesidades de su animal, muchos se hacen los distraídos. Tenemos que multar o castigar de alguna forma a los dueños de estos perros o sacarles la custodia del mismo.
Elsa González