El telegrama

La plaza Rivadavia presenta un mantenimiento ejemplar para quienes estamos acostumbrados a caminar por el lugar y verla habitualmente muy abandonada. Hoy no podemos decir eso, ya que está el pasto bien cortado, los juegos infantiles en condiciones y los bancos sanos. El problema actual son aquellos perros que llegan hasta el lugar o son llevados hasta allí por sus dueños, para que hagan caca y dejar allí el excremento. Poca cultura de la bolsita.
Griselda Díaz